Análisis de Okinawa Rush – Un arcade inusual

Okinawa Rush – Artes marciales en acción

Tras un largo tiempo de espera, se ha lanzado Okinawa Rush, un beat’em up arcade con otros elementos jugables que lo convierten en un titulo bastante dinámico dentro de sus posibilidades.
Agradecemos a PixelHeart que nos diese la oportunidad de probar el titulo por el cual mostramos gran interés y no es para menos.

Hiro esta viajando concentrado en su entrenamiento, cuando unos ninjas aparecen en su casa buscando una técnica secreta. Su mujer amenazada niega saber donde esta y le quitan la vida, llevándose también a sus hijos.
Al regresar Hiro, encuentra el cuerpo de su fallecida mujer y ve la nota de Black Mantis… enfurecido, elimina a una oleada de ninjas que permanecían ocultos para emboscarle.

Una breve historia que se entrelaza con la de los otros dos protagonistas, que a pesar de no ser especialmente profunda esta bien proyectada en el juego durante la partida.

Lo mejor es que tenemos tres finales distintos para cada uno de los protagonistas y que solo podremos ver si completamos al cien por cien las fases que vamos a recorrer.

Adrenalina al limite – Acción sin descanso

Okinawa Rush tiene un planteamiento de juego que mezcla bastante bien el beat’em up clásico, con un sistema de combinaciones de lucha e incluye además algunos elementos más comunes en juegos de plataformas y pequeños toques de rol.

En plena acción, llegan oleadas de enemigos a enfrentar, un sistema de defensa y esquive bastante sencillo, pero con una adaptación algo más complicada. Es decir, nos puede resultar fácil bloquear algunos ataques, pero otros no sabemos a que punto van exactamente, para bloquearlos correctamente. Aun así tras jugar varias partidas será fácil acostumbrarse a todo el sistema.

Los botones de acción también nos pueden confundir un poco al inicio, ya que uno se enfoca en ataques especiales, mientras que el principal es el de ataque normal. Se echa en falta el poder mantenerlos identificados en el propio juego, pero van enlazados a los colores y eso no siempre ayuda.

Los jefes de fase no nos lo pondrán fácil, así que cuidado por que el timing entre ataque y esquive o contragolpe puede ser complicado. Algunos además tienen ciertos movimientos casi imparables lo que puede acabar en una derrota en pocos segundos.

Otros modos de juego y el Dojo

Al iniciar Okinawa Rush, nos dan la opción de jugar en el modo Arcade, donde estamos limitados por tiempo a completar cada fase. Esto será un completo desafío ya que la dificultad es estándar algo superior a la normal y el tiempo nos obliga a no parar.
Una vez finalizamos la partida podremos entrar en el tablón de los mejores jugadores si superamos las puntuaciones.

El modo historia nos permite tomarlos el juego un poco más relajados, y eso nos da pie a explorar con dedicación las fases. Estas tienen una infinidad de secretos que no son nada fáciles de descubrir y nos puede llevar tiempo conocerlos todos.

Una vez terminamos las fases, si queremos repetirlas podremos seleccionar también el nivel de dificultad. También mejorar nuestro tiempo y nuestro rango de finalización.
Los puntos que hayamos conseguido, se convertirán en dinero y el mercader nos venderá encantado todo tipo de productos.

Muchos de los productos que nos venden, son para mejorar las estadísticas de los personajes. Además de personalizar la decoración de nuestro Dojo, servirá también, dependiendo de que situemos en los estantes y como, para aumentarlas.
Esto no queda solo aquí, realizar el entrenamiento también nos ayuda a mejorar las estadísticas y eso en su conjunto nos va a facilitar derrotar a los enemigos en cada fase.

Filtro CRT, PixelArt y un diseño completamente japonés

No hará falta tocar nada en Okinawa Rush, salvo que no nos guste el filtro CRT de scanlines, este viene activado por defecto. Tras probar la visualización con el filtro y sin él, la verdad es que queda estupendo activado.

Dejando eso a un lado, como ya mencionaba, el diseño es completamente japonés y se nota en cada pixel. Además para introducirnos en la trama, las escenas también están recreadas pixel a pixel.

Las fases gozan de buen dinamismo visual y hay varios elementos superpuestos entre la decoración. Muchos de ellos no son simples decoraciones, ya que podemos destruirlos en su mayor parte o en el caso de las farolas, utilizar nuestro Ki para encenderlas.

Aunque el número de enemigos suele ser grande, la variedad es también bastante destacable. Quizá algunos repiten forma variando de color, pero otros son bastante más exclusivos.

La parte negativa es que en el apartado técnico nos topamos con bastantes fallos que puede romper un poco la experiencia de juego. Por suerte no afecta demasiado a la diversión y podemos disfrutar del juego sin dificultades adicionales.

En cuanto a su banda sonora, es una completa gozada, con melodías muy amenas que se dejan disfrutar y que combinan a la perfección con la temática y la ambientación. Una mezcla de estilos entre techno y tonos del biwa, entre otros instrumentos clásicos del Japón.

Partida para dos – Solo o acompañado con Remote Play

Como buen Beat’em up, no podía faltar en Okinawa Rush un modo para dos jugadores, que ya sea en local u online, podemos disfrutar.
No tiene un modo online directo por lo que dependiendo de la versión que tengamos habrá que recurrir al SharePlay o Remote Play.

Además de disfrutar del modo historia en cooperativo, también podremos enfrentarnos jugador contra jugador.

El juego aun guarda también algunos secretos más que alargan la vida del juego, para que disfrutemos de él al máximo.

Conclusión final:

Como juego de acción, es extraordinario, pero conocer todas las técnicas no será sencillo. Además de que guarda muy bien todos los secretos eso le suma una ingente cantidad de horas a dedicarles si queremos completarlo al 100%.
En general tiene todos los elementos para ser un gran juego, incluyendo su estupenda banda sonora.
Su problema real, es que tiene todavía bastantes cosas que pulir, puesto que tiene algunos fallos gráficos y muchos fallos técnicos en diversos puntos.