Análisis de Salt and Sacrifice: El “2DSouls está de vuelta”

En Salt and Sacrifice eres un inquisidor marcado (Marked Inquisitor), viajarás por la frontera occidental persiguiendo, cazando y aniquilando a los magos que vagan por el reino. Fabrica armas y armaduras únicas hechas con la carne y los huesos de los magos que destruyas.

James Silva y Shane Lynch desarrollaron en 2016 un juego que los llevaría a lo más alto: Salt and Sanctuary, tras unos años se desarrolló su secuela y hoy la vamos a reseñar en ComuEsp.

Salt and Sacrifice es la secuela directa de Salt and Sanctuary, juego de la misma desarrolladora, Ska Studios. Se nos presenta un lavado de cara comparado a Salt and Sanctuary y una serie de mejoras, dicho esto daré comienzo al análisis de mi humilde experiencia:

Hora de comer

En Salt and Sacrifice tenemos una historia distinta respecto al anterior título de la serie Salt, ya no es rescatar princesas de las garras de unos bandidos, si no matar magos, seres elementales que son pura malicia.

Una organización maldita conocida como los inquisidores marcados, humanos que han cometido pecados y crímenes luchan para absolverse de los pecados que han cometido en nombre del reino de Altarstone y limpiarlo de los maliciosos magos.

Con el concepto de devorar a los magos podemos conseguir sus poderes o mejor dicho, equipamiento como armas o armadura en base a su elemento. Como dije el objetivo principal de nuestra aventura es aniquilar a los magos junto a su magia del reino de Altarstone.

A medida que avanzamos en la trama viajaremos por distintas regiones con mazmorras y secretos a descubrir, parecido a Elden Ring y Salt and Sanctuary, el juego nos recompensa por explorar cada milímetro del escenario con distintas mejoras u objetos útiles para nuestra aventura.

SinLuz esté es tu camino

Salt and Sacrifice comparte características con Salt and Sanctuary y la saga en la que más se basa, Dark Souls. Por ejemplo explicar su “lore” y trama mediante diálogos con los npcs, descripciones de objetos y equipamiento o combates opcionales contra bosses.

Contamos con diversas mejoras respecto al juego anterior, ahora en las zonas oscuras no tendremos que forzar mucho la vista para poder ver tanto las trampas como enemigos que están en la plena oscuridad de la cueva.

Aún así hay ciertas trampas mortales en las que puedes caer sin previo aviso, por ejemplo hay una en una de las mazmorras que interconectan las regiones donde aparece un enemigo desde el techo, casi sin posibilidad de esquivarlo si no sabemos que está ahí.

De plataforma a plataforma

Salt and Sacrifice respecto a su predecesor ha tomado el mismo camino, elementos y mecánicas de Metroidvanias, Souls-Like y plataformeo pero con su propio y característico estilo. No contamos con mapa que nos guíe o muestre a donde ir, en lugar de almas se usa Sal para subir de nivel y mejorar a nuestro personaje. Por desgracia le vuelve a pasar como a Salt and Sanctuary y a la saga Dark Souls, el plataformeo no es perfecto, en varios aspectos podemos decir que no está del todo pulido.

En algunas zonas donde tendremos que pegar un buen salto para llegar al otro lado muchas veces nos quedaremos cortos o ni llegaremos a ver la plataforma, le vuelve a pasar lo mismo que a su predecesor porque tampoco tendremos un bono de longitud en el salto si pillamos un poco de carrerilla antes de saltar.

Uno de los elementos más odiados del infravalorado Dark Souls 2 es usado ( Yo también lo odio ), Al morir perderemos un porcentaje de la barra de salud, si nos tomamos el objeto esquirla inocente recuperaremos ese porcentaje perdido.

Esquiva y golpea

Nadie pensaría que el combate 3D de los Souls se podría pasar al formato 2D, pero en Salt and Sanctuary se consiguió hacer, aún con sus pequeñas pegas. Si queremos sobrevivir a cada encuentro contra los bosses o magos tendremos que ser pacientes y observar su patrón de movimientos para encontrar el momento exacto en el que podamos atacar.

Parecido al resto de Souls esto es simple de ejecutar pero difícil de dominar, más aún si vienes de haber jugado a Souls 3D como Elden Ring o Dark Souls 3, los primeros combates contra jefes fallarás muchas veces al intentar esquivar pero no te sulfures, tienes que acostumbrarte al movimiento del personaje y a las animaciones.

Los jefazos son uno de los pilares principales de Salt and Sacrifice, uno de los puntos fuertes es el combate al fin y al cabo. Le encuentro un problemilla, al saltar y atacar nuestro personaje se queda suspendido un poco en el aire, seguramente habrán tomado esté elemento de Metroidvanias como Dust: An Elysian Tail pero en un juego con elementos souls que nuestro personaje se quede en el aire unos segundos nos hace un blanco fácil.

No eres más que un goblin

Contamos con un armamento extenso para nuestro personaje, distintos tipos de armaduras según lo que busquemos, mayor protección a coste de tardar más en esquivar, mayor velocidad para ejecutar combos entre otros.

Para seguir progresando en la aventura y poder derrotar a enemigos más fuertes al subir de nivel se nos darán unos cristales especiales para desbloquear habilidades y mejoras de estadísticas. Así es como se consigue usar armas de mayor nivel o equipamiento con una protección mejor.

Los magos una vez derrotados habrá que arrancarles el corazón, en cuanto hayamos consumido el corazón desbloquearemos armas y equipamiento del elemento de ese mago, por ejemplo espadas con daño elemental de fuego.

Lo curioso es que los magos son normalmente esbirros con emociones muy negativas que consiguen sus poderes según lo que más deseaban en ese momento, como algo de fuego para calentarse.

Conclusiones

Salt and Sacrifice es la secuela directa de uno de los indies que sorprendió a mucha gente en 2016, ahora en 2022 todos los que esperaban la secuela pueden probarlo y degustarlo pero ojo, la historia no está directamente entrelazada. Ha mejorado cosas respecto a Salt and Sanctuary pero en otros aspectos sigue igual, si eres un fan de los Souls o MetroidVanias tienes que jugarlo si o si.