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Análisis Base One – Supervivencia lejos de casa

De siempre me han gustado los juegos basados en la gestión de recursos. Es ciertamente uno de mis géneros favoritos. El placer de ver como triunfa tu empresa, negocio u organización gracias a tu impecable gestión. Por eso me llamó fuertemente la atención Base One.

En un principio la idea de combinar un juego de este género con bases espaciales puede parecer un tanto sorprendente. Pero realmente nos encontramos con un buen juego, que sabe a quien se dirige y que hará disfrutar unas cuantas horas a los más habituales del genero.

El título, desarrollado por PixFroze y editado por Blowfish Studios, ha aparecido este mismo martes para PlayStation 5, Xbox Series, PlayStation 4, Xbox One, Switch y PC (Steam, GOG), siendo la versión de Steam la que yo he probado.

 

La premisa es bastante simple. Un agujero de gusano aparece cerca de la Tierra, destruyendo la luna y provocando una serie de desastres en todo el planeta. La humanidad desesperada comienza a estudiar este fenómeno para usarlo a su favor como vía de escape. Desde la tierra construyen grandes cruceros espaciales para atravesar el agujero de gusano. Con la esperanza de encontrar un nuevo destino para la humanidad, un grupo de intrépidos humanos se lanzan en las naves para atravesar la anomalía.

A partir de este punto asumimos el papel de un líder en la expedición que tiene que lidiar con recursos limitados, condiciones adversas y dinámicas interpersonales conflictivas.

Estrategia y gestión en el espacio exterior

Base One se presenta básicamente como un juego de estrategia y gestión. En el juego, estás al cargo de varias bases espaciales. Eres el responsable de planificar las operaciones diarias, así como de expandir la estación para proporcionar más recursos y módulos para sus tripulantes.

El modo historia me parece un punto bastante interesante, ya que presenta una campaña a modo de tutorial encubierto donde podremos ir aprendiendo poco a poco a gestionar y construir nuestra estación, acompañados de una historia mas o menos interesante sobre la exploración espacial. Eso sí, remarcaría que hay ciertos momentos en los que el la historia pierde un poco la capacidad de motivar al jugador. Los objetivos rara vez son emocionantes y la narrativa no se siente muy inspiradora.

También disponemos del, ya clásico, modo partida personalizada. En mi opinión es aquí donde realmente brillan y se disfrutan este tipo de juegos. Este modo nos permite avanzar libremente, diseñando, construyendo y gestionando nuestra base a nuestro antojo sin tener que cumplir objetivos predefinidos.

Todo el juego se basa en un sistema de módulos, algo comprensible al tratarse de una estación espacial. Comienzas con un módulo principal desde donde se irán acoplando los siguientes módulos y así sucesivamente. Hay bastantes tipos diferentes de módulos que brindan diversos beneficios y servicios a la estación. El sistema de construcción se basa en un sistema de rejilla donde los módulos están conectados entre sí a través de pasillos. Una vez que se construye un módulo, hay que agregar los distintos equipamientos que necesite según su tipo.

Instinto de supervivencia

Como decía Carl Sagan <<La extinción es la regla. La supervivencia es la excepción.>>, y aquí estamos en el espacio, un lugar lejos de parecerse al hábitat natural del ser humano. Por lo que las condiciones de vida son bastante hostiles, haciendo necesario construir un sistema de calefacción y oxígeno que proporcione ambos a cada módulo que los tripulantes de la estación habiten regularmente. También es imprescindible suministrar electricidad, logística y otros recursos a muchos de los módulos, aunque un parche reciente ha automatizado este proceso, cosa que se agradece bastante. Los recursos además son limitados y no rara vez nos encontraremos con escasez de oxígeno, comida o energía. Para inclinar un poco la balanza a nuestro favor el juego nos ofrece un extenso árbol de investigación con el que podremos desbloquear mejoras.

Por último, pero no menos importante, debemos mantener a los tripulantes felices y seguros. Las relaciones sociales pueden llegar a ser muy complejas en un entorno tan limitado como una base espacial, y será una de nuestras tareas procurar que la convivencia sea lo mas pacífica y colaborativa posible. En este aspecto el juego nos ofrece un sistema bastante interesante donde podremos conocer todos los rasgos, vicios y virtudes de cada tripulante, administrar su tiempo e incluso mejorar alguno de sus aspectos.

Durante la partida casi no tendremos tiempos muertos donde no hacer nada, ya que las acciones de construir o montar no tardan mucho en completarse y el número creciente de tareas que requieren de tu gestión no permiten que te despistes demasiado.
Las herramientas de creación de la base son sólidas y en el modo de partida personalizada se explota bien esta característica. Aunque con el tiempo puede resultar algo simple y esquemática como para disfrutar en exceso el tener que construir una y otra vez los mismos módulos para que, en su mayoría, hagan siempre las mismas conexiones, obteniendo los mismos resultados.

La infinita belleza del espacio

El espacio exterior puede parecer algo fácil y simple de plasmar en un juego, y su razón tiene ya que, a parte de estrellas, planetas y asteroides,  el resto es un manto negro con puntitos brillantes. Aun así gráficamente el título se defiende bien, con un acabado muy bueno y unos fondos vistosos, en algunos casos bastante espectaculares. Es un aspecto que no suele ser importante en este tipo de juegos, pero siempre se agradece que se haya puesto mimo en él. Por lo que sentiremos estar realmente flotando en un sistema desconocido a millones de  años luz de la Tierra.

En el lado contrario tenemos la interfaz, que en algunos momentos, puede resultar algo tosca y tediosa. No pocas veces, cuando intentaba seleccionar algún elemento, tenía que clicar varias veces hasta que se seleccionaba. Aun así, me parece que cumple con su cometido.

Respecto al apartado sonoro, podemos afirmar que no se ha puesto tanto cariño como en el gráfico, con una actuación algo rígida, efectos sonoros bastante básicos y una banda sonora que aunque agradable, permanece en segundo plano sin mejorar la experiencia. Pero como en el caso anterior es un apartado, que aun sin brillar, cumple.

Conclusión

Podemos decir que Base One es un buen juego, donde algunas decisiones de diseño (sobre todo a nivel de interfaz) un tanto cuestionables y algún que otro bug, le impiden llegar a una nota más alta. Tiene ideas interesantes, la expansión de la base y las ramas de investigación son entretenidas, la gestión de los tripulantes tiene cierta profundidad y sobre todo es un título que ofrece una buena cantidad de horas. Además, en el momento que escribo estas líneas, los desarrolladores están muy activos escuchando a los usuarios, corrigiendo errores y mejorando la experiencia de juego.

[goodgame_banner_728 banner=”60451777a9373″][review_summary positive_heading=”Lo bueno” positives=”Mecánicas de obtención y gestión de recursos
Enfoque logístico
Gestión de la tripulación
Apartado gráfico” negative_heading=”Lo malo” negatives=”Narrativa limitada
Sistema simple de construcción
Algunos problemas de interfaz
Sonido y música muy genéricos”]
Diversión
7.0

Jugabilidad
7.0

Gráficos
8.0

Música / Sonido
6.0

Innovación
7.0
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