Con el paso de los años, Darkest Dungeon ha logrado convertirse en uno de los videojuegos independientes más conocidos del mercado. El día de hoy, Darkest Dungeon II llega a plataformas digitales de forma oficial tras su paso por acceso anticipado.
La secuela de este clásico de la industria, ha llegado para replantear lo visto en su primera entrega, expandiendo sus mecánicas y consiguiendo así uno de los juegos de rol más complejos que hemos podido probar en tiempos recientes.
El mundo es un páramo de fracasos pasados
Tras una breve introducción de lo qué ha pasado por parte del narrador, tendremos que adentrarnos nuevamente en este mundo agonizante y plagado de dolor.
A diferencia de su antecesor, Darkest Dungeon II expande su historia valiéndose de la narración y profundizando no solo en su ambientación, sino también en sus personajes.
Cada una de las clases disponibles en el juego, porta una cara y una personalidad, permitiéndonos descubrir su pasado en momentos puntuales del juego.
Asimismo, cada nueva partida nos permitirá conocer más detalles mediante el narrador. Si bien en algunas ocasiones se trata de meras historias del pasado, muchas de ellas suelen aportar algo a la historia y nos ayuda a sumergirnos por completo en el mundo que se nos plantea.
Como se nos relata en un inicio, la Esperanza se está apagando y será nuestra tarea mantenerla encendida, acabando con todas las amenazas que nos encontremos y sobreponiéndonos ante nuestros miedos.
Una secuela sin miedo a innovar
Un par de meses atrás, cuando se anunció el desarrollo de Darkest Dungeon II, algunos usuarios no estuvieron de acuerdo con esta decisión. En primera instancia, el primer juego es sólido y gracias a sus DLC, pudimos obtener nuevo contenido.
Debido a esto, una secuela parecía innecesaria, ya que la formula original era difícil de implementar nuevamente. Por suerte para los jugadores, lo único que se ha mantenido en esta secuela es su combate, pues en el resto de apartados, se siente como un juego totalmente diferente.
Mientras que en el Darkest Dungeon original debíamos explorar distintas mazmorras para obtener recursos y mejoras, el paso del tiempo ha causado estragos y ahora nos vemos obligados a estar en movimiento.
Optando por una narrativa de rol clásico, ya no tendremos una base ni lugar seguro, pues todo nuestro recorrido tendrá lugar en la carretera.
Darkest Dungeon II nos permite utilizar una caravana para desplazarnos entre posadas, las cuales podremos aprovechar para descansar, adquirir objetos y mejorar a nuestro equipo. Asimismo, esta caravana puede ser mejorada o dañada, obligándonos a andarnos con cuidado si queremos llegar con vida al final del camino.
De igual forma, este título profundiza en sus mecánicas roguelite, obligándonos a desenvolvernos mejor sin tanta preparación.
Al inicio de cada partida, tendremos disponible El Altar de la Esperanza, un pequeño lugar donde podremos desbloquear nuevo contenido. El Altar cuenta con diversas mejoras a las cuales podremos acceder con velas, recompensas que se desbloquean en cada recorrido.
Además de mejorar nuestros personajes y desbloquear nuevos, también podremos conseguir objetos e incluso infundir recuerdos a algunos miembros de nuestro equipo; mediante esta característica, es posible mantener personajes mejorados siempre y cuando hayan sobrevivido a La Montaña.
Sacar el máximo provecho de una mala situación
En lo que respecta a su dificultad, Darkest Dungeon II no teme a comportarse de forma injusta, consiguiendo una experiencia que solo los masoquistas podrán disfrutar. Se trata de una aventura cruda y donde un ataque fallido, puede significar la derrota completa de nuestro equipo.
Con la desaparición del aspecto de gestión dentro de una base, se consigue un nuevo gameplay que si bien es más accesible, no deja de ser desafiante.
El sistema de combate se ha transportado del primer juego, al igual que gran parte de sus personajes y habilidades. Sin embargo, incluso para los antiguos jugadores, Darkest Dungeon II presenta una experiencia renovada.
Los personajes que conformarán nuestro equipo se pueden escoger al iniciar un nuevo recorrido, siendo posible seleccionar sus habilidades activas e incluso caminos específicos que alteran sus estadísticas. De esta forma, además de la variedad que representan los personajes en sí, cada uno de ellos puede cumplir distintas funciones dentro del equipo.
Esto no solo es algo importante a nivel de combate, pues también se han añadido unas cuantas novedades que nos harán darles la importancia que se merecen.
Además del sistema de cordura que ahora tiene más importancia que nunca, los personajes pueden desarrollar rasgos de la personalidad que alteran de forma positiva o negativa su comportamiento. Dichos rasgos no solo los van a afectar de forma individual, sino que pueden desencadenar relaciones con otros miembros del equipo.
Similar a los rasgos, estas relaciones pueden ser positivas o negativas. De esta forma, Darkest Dungeon II nos premia o castiga dependiendo de nuestras acciones, dándonos mejoras en nuestras estadísticas o provocando que nuestros personajes se apuñalen por la espalda.
Los horrores lovecraftianos y la pérdida de la esperanza
La primera entrega de esta saga nos logró enamorar con su apartado artístico oscuro y original. En esta segunda parte, el estilo artístico ha madurado, pero, conservando su esencia en todo momento.
Además de la incorporación del 3D en algunas secciones, el diseño del mundo de Darkest Dungeon II ha crecido al igual que su estudio, entregándonos un resultado excepcional a nivel visual y sonoro.
Todas las amenazas que azotan este mundo son temibles e incluso las cosas más inofensivas, pueden lucir y sonar como un monstruo sacado del mismísimo inframundo.
De igual forma, el diseño de los personajes ha mejorado en relación a su predecesor, siendo notable que en vez de reciclar, han tomado lo aprendido para mejorar su estilo.
Por otro lado, las distintas zonas del mapa son fáciles de diferenciar, pues cada una cuenta son amenazas propias y colores que nos recuerdan que no estamos a salvo.
Para su banda sonora, tenemos el regreso de Stuart Chatwood, quien ha ambientado Darkest Dungeon II de forma perfecta. Ya sea dentro del combate o en las posadas durante el descanso, cada una de las piezas musicales del juego destacan y suman puntos a la inmersión del título.
Aprendiendo a usar el fracaso como moneda
Valiéndose de un primer título excelente, Red Hook Studios ha logrado superarse y nos ha entregado una secuela increíble en todos los sentidos.
Aunque nos hemos dejado muchas cosas en el tintero, los cambios hechos en el juego han sido grandes, al igual que los dolores de cabeza que tendremos al morir de la forma más injusta posible.
A pesar de su dificultad y complejidad, Darkest Dungeon II se logra sentir más accesible que su primera entrega, abriendo las puertas a un nuevo grupo de jugadores que podrá disfrutar de esta sorprendente y dolorosa historia de rol.
Sumérgete en una aventura donde el fracaso es lo único que está asegurado y donde el sufrimiento es parte de la diversión. Adéntrate en un camino plagado de amenazas y planta cara a tus más grandes miedos, conociendo tu pasado y forjando alianzas en el camino.
Reforzando sus mecánicas de roguelite y profundizando en todo lo referente al sistema de rol, Darkest Dungeon II se alza como una experiencia indispensable para los amantes de Lovecraft, el rol y el masoquismo.
¿Serás capaz de conquistar la gélida montaña o perderás la cordura antes que tu equipo?
Una historia interesante que nos mantiene enganchados.
Múltiples caminos para escoger, cada uno más complicado que el anterior.
Un apartado de rol complejo que nos obliga a prestar atención.
Diseño artístico de primera, oscuro e inmersivo.
Mucho más accesible para nuevos jugadores.” negative_heading=”Lo malo” negatives=”Las primeras partidas pueden tornarse lentas al tener que leer cada una de las mecánicas.
Algunos efectos de armas y habilidades, resultan complejos de entender.”]