Smalland: Survive the Wilds nos presenta una pequeña gran aventura de la mano de Merge Games. En ella tendremos que defendernos de cientos (¡o miles!) de insectos, arácnidos y pequeños vertebrados. Nuestro papel será el de un explorador en busca de una llave para abrir el cofre del boticario del reino. ¿Te gustaría saber más? Pues ponte cómodo, prepárate un ponche de abeja y te lo contamos.
Toda aventura tiene un comienzo
Nuestra aventura comienza con la orden del rey de que todos los miembros del cuerpo de vanguardia deben salir de la Madriguera (nuestro hogar) para buscar al boticario del reino. Empezaremos en una pequeña zona a modo de tutorial que nos indicará mediante estatuas de búhos y NPC’s cómo funcionan las distintas mecánicas: desde fabricarnos herramientas simples, hasta recoger materiales o vigilar nuestra barra de hambre y salud.
Pasado el inicio, se nos revelará nuestra verdadera tarea: encontrar la llave del cofre del boticario que guarda un elixir capaz de curarlo todo. La reina está enferma y el rey ha solicitado que todos los que sean capaces de salir a explorar y sobrevivir en el mundo exterior la busquen. Tras ponernos al día con el anciano del reino, este nos indicará nuestro siguiente paso: ponernos en contacto con los colonos de la superficie que sospechan que algo raro está pasando.
Así que, armados con un palo de madera y muchas ganas de aventura, nos tocará salir para ver mundo.
Si soñabas con tener una casa en el árbol en Smalland: Survive the Wilds podrás hacerla
Estamos frente a un juego que posee seis biomas distintos en un mapa lo suficientemente grande como para que quieras replantearte dónde hacerte tu refugio. En otros juegos de supervivencia, el posicionamiento es vital para reducir esas horas de ir y venir recogiendo materiales y recursos. Smalland: Survive the Wilds se diferencia de sus otros hermanos de género pudiendo mover tu base del gran árbol a cualquier otro gran árbol del mundo.
Sí, como lo has leído. Aunque puedas hacer bases donde quieras, recomendamos que sea en el árbol para poder desplazarla contigo a distintas zonas del mapa. Y es que, a lo largo del mismo, hay repartidos una serie de árboles que podremos escalar (o usar un ascensor muy molón mientras disfrutamos de las vistas cuando lo desbloqueemos) para descubrir una zona segura y privada en la que poner nuestro hogar.
Aquí tendremos espacio de sobra para ponernos imaginativos con nuestros diseños o crear cientos de cofres para almacenar los materiales y recursos que encontremos. Una vez tengamos reclamado un árbol, podremos trasladar la base a cualquier otro árbol, haciendo uso de todo lo que tengamos construido y almacenado en cualquier parte del mapa que nos lo permita.
Smalland: Survive the Wilds hace honor a su propio título
Y es que estaremos en desventaja constantemente: la mayoría de bichos son más grandes, más rápidos, más fuertes y tienden a venir en grupos. La única forma de sobrevivir será recolectar recursos y materiales con los que poder luchar de forma más eficiente.
Aunque empecemos con una armadura de fibra, y un palo de madera, no tardaremos mucho en poder fabricarnos un pico con el que obtener piedra y poder crearnos una armadura más potente. Esto llevará a armas más duraderas (como la lanza o el martillo), que te permitirán seguir avanzando en el juego con mayor seguridad.
El hecho de que los enemigos tengan distintas defensas añade otro componente extra en los combates. Por ejemplo, los insectos voladores como las avispas y las abejas reciben daño extra de las flechas, mientras que otros insectos más duros como los escarabajos reciben daño reducido de las mismas aunque son débiles a los golpes contundentes de los martillos. Tener varias armas diferentes a mano será vital para sobrevivir.
Con las armaduras pasará algo igual, y es que la zona del mapa donde nos encontremos o el tiempo que haga en el momento influirán en la temperatura del entorno. Si la temperatura es muy baja y no disponemos de un conjunto adecuado, podremos recibir daño (e incluso morir) de hipotermia.
Morir en Smalland: Survive the Wilds no es el fin
Como en muchos juegos de este género, morir no es el final y soltaremos nuestra mochila (o lápida). Podremos ir a recogerla en el último punto seguro donde estuvimos. Esto es algo que no debería sorprender a nadie… pero tiene una pega: si vuelves a morir perderás todo. Como si se tratase de un souls, si mueres de nuevo sólo se guarda la última lápida. Perderíamos así todo lo de la anterior. Lo único que mantienes al revivir es lo equipado (armadura y herramienta/arma) aunque perderán durabilidad.
¿Cómo podemos evitar esto? Pues no llevando más de lo necesario encima para no llegar a perderlo por error; ni haciendo parkour en las alturas in extremis sin una herramienta que te salve (existe un gancho y una armadura que te permitirían sobrevivir).
Por supuesto no son problemas de verdad ni mucho menos, simplemente habrá que jugar de una forma más cuidadosa (especialmente si morimos) o coordinarnos con nuestros compañeros para aumentar nuestras posibilidades de sobrevivir.
Y hablando de compañeros…
Dicen que más vale solo que mal acompañado…
Pero seguro que quien lo dijo no tenía que enfrentarse a cuatro o cinco arañas lobos a la vez, o hacer frente a un enjambre de abejas cabreadas. Y es que Smalland: Survive the Wilds nos permitirá jugar tanto de forma cooperativa como competitiva con hasta otros 9 jugadores más. Los desarrolladores confirmaron la existencia de servidores oficiales en algún momento posterior al lanzamiento, pero también existe la posibilidad de jugar peer-to-peer, permitiéndonos así jugar con amigos sin tener que alquilar o montar un servidor.
Tendremos espacio para varios personajes que podremos usar tanto en nuestro mundo como en el de otros jugadores. Esto nos permitirá cargar nuestro personaje en la partida de un amigo, cargando además nuestra base del árbol por si queremos ayudarle con nuestros recursos o avance. O que este nos ayude a nosotros si nos hemos atascado. Además, todos sabemos que enfrentarse a un bicho grande y fuerte es más divertido junto a tus amigos que por tu propia cuenta.
Y eso no es todo, recordemos que el juego nos incita a domesticar a distintos bichos (¡incluso una lagartija!) para poder movernos por el mundo más rápidamente o que nos acompañen y luchen junto a nosotros. Tendremos que vigilar su salud y alimentarlos para que no nos abandonen o se nos mueran. Tendremos desde el saltamontes capaz de pegar grandes saltos, hasta la araña que nos permitirá escalar verticalmente zonas que no podríamos subir de otro modo. Incluso la pequeña mariquita nos servirá de mula de carga para poder recolectar más cantidad de recursos.
Conclusiones
Smalland: Survive the Wilds es un juego que sorprende gratamente. Se nota el cuidado y la atención en detalles como sus sistemas de juego (el poder mover tu base es algo muy cómodo, para variar) o su pequeño mundo lleno de vida (salvaje y no tan salvaje como las mariposas o las polillas nocturnas). Aunque su apartado sonoro no destaque, tampoco te saca del juego o influye negativamente. Respecto a sus gráficos, cumple de sobra con lo que el juego ofrece sin llegar a pedir un consumo elevado de rendimiento. En mi caso personal teniendo una Nvidia RTX 3080, he podido jugar con todo al máximo en una resolución 2k sin tener nunca un problema de FPS.
Si te gustan los juegos de supervivencia o si vienes de otros como Grounded, este juego podría ser perfectamente para ti. Recordemos que se lanzará el día 29 de marzo. Os dejamos con su tráiler aquí mismo.
