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The Iron Oath – Avance

Portada The iron Oath

The Iron Oath logo

Los juegos de rol por turnos con elementos tácticos no son precisamente un género reciente. Sin embargo, y hasta hace bien poco, estaba principalmente dominado por desarrollos japoneses, desde los tiempos de la venerable NES. Gracias al creciente mercado indie, esta situación ha empezado a cambiar; cada vez es más común ver en Steam más y más juegos de este género hechos por desarrolladores occidentales. Un título que ha salido recientemente en Early Access y de cuyas primeras impresiones vamos a tratar, The Iron Oath, no busca revolucionar el género; si no traernos un título accesible pero profundo que pueda satisfacer tanto a los fans de dicho género como a aquellos que no han tocado un RPG táctico en sus vidas.

Desarrollado por Curious Panda Games, y publicado por Humble Games, The Iron Oath es un RPG táctico por turnos en el cual nos encontraremos al frente de una compañía de mercenarios en el reino de Caelum, ambientado en un mundo de fantasía oscura.  Esta es una obra que está claramente inspirada por dos títulos sumamente exitosos de su mismo género: Darkest Dungeon y Battle Brothers. Es importante remarcar esto por que en caso de haber jugado a uno de esos títulos, y sobre todo si has jugado a ambos, The Iron Oath te resultará extremadamente familiar. No vamos a ir especificando qué elementos jugables han tomado “prestado” de dichos juegos, ya que no estamos aquí para hablar de ellos. Sin embargo, sí que los dejamos como recomendación y viceversa: si te gustaron esos juegos, prueba The Iron Oath, y si te gusta The Iron Oath, prueba esos juegos.

El reino de Caelum no está pasando por un buen momento precisamente.

Una leal compañía

Como hemos mencionado antes, seremos los líderes de una compañía de mercenarios en un mundo lleno de amenazas y por tanto muy propicio para la aventura. Como mercenarios, tendremos que pagar un salario a los miembros de nuestra compañía, determinado por sus respectivos contratos. Estos se podrán renovar, pero hasta un límite; nuestros mercenarios sentirán el paso del tiempo y tarde o temprano se tendrá que retirar. Como buen RPG, irán subiendo de nivel, y podremos aumentar sus estadísticas y desbloquear nuevas habilidades. También habrá que equiparles con armas y armaduras decentes para que sobrevivan sus encuentros; el equipo se irá desgastando con el uso por lo que habrá que darle mantenimiento regular. En las distintas ciudades y pueblos que encontraremos por el reino, podremos descansar, obtener misiones, y reclutar nuevos miembros para nuestra banda.

A medida que vayamos cumpliendo misiones, aumentará nuestro renombre; esto nos servirá para mejorar las características generales de nuestra compañía mercenaria. Podremos movernos más rápido por el mapa, o aumentar el límite de miembros, o reducir el tiempo de recuperación de nuestras tropas. También habrá que tener en cuenta que cada ciudad y reino tiene un indicador de relación; dependiendo de las misiones que hagamos, estas afectará a nuestra relación con las distintas facciones del juego. Nuestras tropas también cuentan con un medidor de lealtad, el cual se verá afectado por nuestras acciones tanto dentro como fuera de la batalla. Así, podremos ir a la taberna a pedir una ronda para nuestra gente y así darles un buen motivo para que sigan a nuestro lado.

Aun siendo mercenarios, lucharán hasta la muerte por nosotros.

En tierra hostil

Una vez hayamos aceptado una misión, tendremos que ir a su correspondiente mazmorra a cumplir nuestros objetivos. En The Iron Oath, las mazmorras están hechas de manera procedural, por lo que nunca nos encontraremos con dos mazmorras iguales. Cada sección de la mazmorra puede provocar distintos eventos, sea una conversación entre nuestros personajes (y que dependiendo de las respuestas que demos pueden afectar a su lealtad o a su moral) o una batalla con las criaturas de la mazmorra. Cada sección que recorramos aumentará un contador de tiempo, y llegados a cierto límite provocará efectos adversos en nuestro grupo; eso representa el estrés de pasar demasiado tiempo en la mazmorra, y que los enemigos son cada vez más conscientes de nuestra presencia.

Podremos acampar en medio de la mazmorra, quemando distintos tipos de incienso que nos darán todo tipo de beneficios. También, y esta es una enorme mejora en comparación con otros títulos del género, podemos usar las habilidades curativas de nuestros personajes fuera del combate. Ya no tendremos que alargar artificialmente las peleas solo para poder curar decentemente a nuestros personajes. También tenemos la posibilidad de usar distintos objetos tanto dentro como fuera del combate; objetos que compraremos en la entrada de la mazmorra a un mercader que sigue a nuestra compañía, a sabiendas de que necesitaremos hacer uso de sus objetos.

Tendremos que ir con sumo cuidado en las mazmorras de The Iron Oath

Uno para todos, y todos para uno

Qué sería un RPG, sin sus clases arquetípicas. Y clases tendremos en este título, aunque no son precisamente las habituales. Lejos quedan los ya de sobra conocidos guerrero, pícaro y mago. Aquí tenemos al púgil, a la valquiria, al piromante y al invocatormenta, entre otros. Lo suficientemente diferentes como para aportar algo en el campo de batalla, pero sin que sea estrictamente necesario tener a una clase en concreto en tu grupo. Excepto la guardiana, ten siempre una a mano por su magia de curación, lo vas a necesitar. Controlar la salud de nuestras tropas es un aspecto clave del combate, pues todas las muertes son irreversibles. Si no estabilizamos las heridas que sufran, puede quedar con secuelas permanentes que afectarán a sus estadísticas. Y también hay que vigilar la moral, pues no queremos que huyan a las primeras de cambio.

El sistema de combate es el típico del género, sin muchas florituras. En los combates nos encontraremos en un campo de batalla con casillas hexagonales, que se desarrollará por turnos y el orden de estos dependerá de la velocidad de los personajes. El posicionamiento y los accidentes del escenario también son elementos a tener en cuenta; un enemigo flanqueado por dos personajes recibirá un extra de daño. Muchas, por no decir la mayoría, de las habilidades afectan a un área en concreto, sea en línea recta o alrededor del personaje. De ahí la importancia del posicionamiento para poder atacar al máximo número de enemigos posible. Ciertas habilidades podrán empujar varias casillas a aquellos que las sufran, pudiendo por ejemplo empujar a un enemigo a una mina mágica o a un agujero en el suelo, con letales resultados.

Los combates, a pesar de sus fallos, siguen resultando entretenidos.

Cantos titilantes

Gráficamente es un juego con un pixel art de excelentísima calidad. Veremos todo tipo de efectos atmosféricos en el mapa del mundo, el paso del día a la noche, o los resultados de los devastadores ataques de ciertos enemigos en las distintas ciudades. Nuestros personajes, los cuales son completamente personalizables estéticamente, tienen unos sprites claros y reconocibles. Los efectos de los ataques especiales y magias varias se notan que se han realizado con mimo, lo cual sumado a las magníficas animaciones tanto de nuestras tropas como de los enemigos hacen que los combates sea puro espectáculo. Y a pesar de todo ello, los requisitos se mantienen relativamente bajos; una tostadora podría hacer funcionar este juego sin problema alguno.

La banda sonora, compuesta por Alex Roe, muestra una clara inspiración por obras como Dark Souls. Complementa a la perfección la ambientación sobria y oscura del juego, proporcionándonos tranquilidad en los sitios seguros y máxima tensión cuando nos adentramos en las mazmorras. Por supuesto, en los combates escucharemos piezas más agresivas que, si bien difícilmente se podrían definir como heroicas, sí que representan la lucha, el esfuerzo y el sufrimiento de nuestros aguerridos mercenarios ante el embiste del enemigo.

La ciudad de Andilon, uno de los pocos lugares seguros que quedan

Conclusión

The Iron Oath se ha presentado en Early Access con mucho contenido y con una velocidad de desarrollo sumamente alta. Antes de su salida final, habrá más clases, más enemigos, más regiones en el mapamundi, y un final a una campaña que puede llegar en estos momentos a más de 20 horas de duración. Dentro de su género es un título accesible, muchísimo más que los dos títulos mencionados al principio. Y sin embargo, también contentará a los más veteranos, que podrán exprimir los numerosos sistemas jugables que ofrece The Iron Oath. Sin duda, es un título que no nos cuesta recomendar y cuya evolución seguiremos con el máximo interés.

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