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Turbo Golf Racing – Análisis

turbo golf racing

Este pasado 4 de agosto salía conjuntamente en Steam y Gamepass (tanto para PC como para Xbox Series S|X) un título que desde el primer momento no podía dejar de ser comparado con el ya legendario Rocket League. Estamos hablando de Turbo Golf Racing, de quien vamos a hacer un análisis para vosotros.

Desde Comuesp avisamos de que este análisis se hace sobre la versión Steam del juego aunque también hemos probado la de Gamepass, encontrándose ambas en un estado de acceso anticipado “Early Access”, con lo cual, no tendrá nota.

Un “hándicap” demasiado grande

Seguro que cuando Hugecalf Studios y Secret Mode acordaron lanzar Turbo Golf Racing, esperarían comparaciones tanto por parte de jugadores y medios con el título de Psyonix, las cuales a decir verdad, son inevitables.

Pero no vamos a pasarnos todo el análisis comparando un juego y otro, aunque alguna que otra vez va a ser necesario.

Turbo Golf Racing tiene su propio estilo de juego arcade, unas mecánicas muy divertidas basadas en el golf y todo ello gracias a sus modos de juego en el que sobresale el online donde competiremos hasta contra siete jugadores más tratando de meter nuestras sobredimensionadas pelotas de golf en el hoyo correspondiente.

Si no son Micromachines, no son los auténticos

Un juego de golf sobre ruedas

Comenzamos Turbo Golf Racing haciendo un rápido tutorial que nos pone enseguida las cosas claras con lo que ofrece y lo que busca. No es un juego de golf al uso, no hay otra misteriosa mecánica que usar nuestro pequeño kart para golpear nuestra bola desde el inicio del campo, hasta poder introducirla en agujero que está al final de este. ¿Sencillo verdad?

Nada más lejos de la realidad.

Nos llevará bastantes intentos controlar nuestro vehículo tanto el dirección como en potencia para acertar bien la forma en la que golpear la bola y a dónde dirigirla, teniendo en cuenta que a lo largo del campo habrá desniveles, zonas altas de hierba, zonas de tierra y límites de pista que más nos vale no atravesar.

Por suerte no todas las reglas del golf serán aplicadas en este título, así que no hará falta cambiar de palo (aunque si nos tocará mejorar nuestro coche) ni tampoco tener que calcular cuantos golpes necesitaremos para calcular nuestra puntuación.

En Turbo Golf Racing los puntos se asignan en base a la velocidad y posición en la que quedemos a la hora de embocar la bola, haciendo que el juego sea más intenso y frenético.

La personalización importa, pero no lo es todo

Desde el momento en el que seleccionamos nuestro vehículo, tenemos muchos cosméticos que iremos recibiendo como recompensas de temporada, pero también los Power Cores que son algo más que algo estético. En su caso son poderes adicionales o habilidades pasivas que mejorarán nuestras posibilidades de ganar más rápidamente.

También podemos comprar cosméticos con el dinero “engranajes” que nos otorgan completando los desafíos diarios, no siendo para nada difícil acumular este dinero y mejorar rápidamente nuestro kart.

Otra moneda premium son las copas, que no darán a veces o en el pase de temporada según avanzamos y con ellas compraremos objetos premium.

Nuestra bola también se puede personalizar su estética, así como nuestro avatar, también los impulsos y como no, las explosiones cuando logramos embocar nuestra bola en el hoyo.

Habrá mil y un opciones de personalización y cosméticos que comprar

Esto NO es Rocket League

Como ya dijimos, no es plan de estar comparando un juego y otro, las comparaciones son odiosas, pero inevitables. Máxime cuando hay tantas similitudes más allá de lo estético, donde tanto los coloridos a la vez que bonitos escenarios y sus coches, nos recordaban a cada instante la liga de los cohetes.

Hasta en cuanto la jugabilidad, el control de nuestro vehículo apenas cambia a la hora de moverse, quizás más toscamente y con un control falto de pulir. El giro con doble salto aquí causa más problemas y los giros no acompañan en absoluto con lo deseado en ese momento, no ayudando la cámara tampoco a tener un mejor control.

Todo esto dificulta y mucho el poder golpear con nuestro kart la bola a través de los impulsos apuntando bien hacia donde queremos dirigirla, algo que ni con mucha práctica será tarea sencilla.

Si nos ayudamos de los impulsos, los cuales estarán repartidos por el mapa, facilitará algo las cosas, pero pueden jugar en nuestra contra si no controlamos bien el momento de usarlos o no sabemos aprovechar las alas que podemos desplegar para planear hacia nuestra bola.

Usar la campaña en solitario (contrarreloj) es vital para coger experiencia de cara al modo online, que sin duda alguna es la esencia del juego. Por eso recomendamos sacar tres estrellas en cada nivel del modo individual de treinta hoyos e ir desbloqueando todos los niveles.

Demuestra tus habilidades contra el mundo…si aparecen

El juego online es la verdadera quintaesencia de este tipo de juegos, demostrar tus habilidades, lo buen jugador y rival que eres…cuando hay gente con la que jugar, claro.

Lamentablemente desde que se estrenó el juego, encontrar gente con la que compartir partida muchas veces se hace tedioso, aburrido o imposible.

Han sido muy pocas las ocasiones en las que se ha llenado el lobby con el máximo de jugadores que permite Turbo Golf Racing, siendo lo normal encontrarse con tres o cuatro jugadores en una partida online, cuando se permite hasta ocho jugadores.

Y es una lástima, pues tras terminarse el por momentos aburrido modo individual, lo que apetece es jugar con más personas, disfrutando de las tres rondas por partida que no duran más de cinco minutos y en las que puedes chinchar un poco a tus rivales con los Power Cores, pero no tocarles sus pelotas, las cuales veremos transparentes.

Ahí es donde el juego pierde el matiz competitivo que tiene Rocket League. Incluso pierde el factor “trabajo en equipo”, pues si jugamos con más amigos, serán rivales a los que como mucho, solo podremos estorbarles e incluso lanzarles cohetes.

Correr contra otros por ver quién la mete antes es divertido durante un tiempo, pero al final termina aburriendo si no ofrece algo más.

El modo contrarreloj es el tutorial perfecto

Apartado técnico

Turbo Golf Racing está creado con Unity y resulta bastante llamativo como se ha aprovechado el potencial que ofrece este motor, siendo algo que se nota en el resultado final.

Visualmente el juego podría pasar por ser un título creado con Unreal, pues tanto los diferentes campos, los assets y efectos son de una factura soberbia en cuanto a calidad. Los menús son claros, llamativos y todos perfectamente traducidos al español.

Las animaciones están muy logradas y acordes al tipo de juego que es, pero sus físicas y la cámara, así como movimientos del coche y control de la pelota están aún muy verdes.

En cuanto al tema sonoro, la música simplemente está ahí, no resultando molesta ni tampoco sobresaliendo de ninguna manera. Los sonidos son correctos, aunque hemos escuchado algún que otro microcorte y petardeo extraño.

Conclusión

Turbo Golf Racing tiene potencial, mucho y bueno, para que negarlo, pero le falta aún mucho camino y calar entre la comunidad de jugadores, algo que le va a costar y mucho en un género donde Rocket League es el rey.

Es mil veces mejor que los grotescos clones que podemos encontrarnos del juego con el que no se le para de comprar, pero le falta “un algo” que lo haga adictivo y quizás es ofreciendo enfrentamientos entre equipos o rivales cara a cara por la misma bola.

Aún así, si solo buscamos una experiencia casual sin querer involucrarnos al 100% con el mundo del golf pero si jugándolo, Turbo Golf Racing es perfecto.

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