Lo más “ancianos” del lugar recordarán con emoción muchas tardes y viajes en coche jugando con su Game Boy monocolor a juegos de todo tipo, con musiquillas pegadizas pero sobre todo, mucha diversión y eso es lo que Wild Dogs nos ha traído de regreso y los hemos comprobado in situ con su demo.
En este caso nos encontramos con un juego muy frenético de scroll lateral y muy pocas plataformas, muchos enemigos, jefes finales que nos causarán muchos problemas, lluvia de balas y acción, mucha acción a lo largo de sus niveles, cinco en el caso de la demo que hemos podido probar.
Únete a la guerra contra los aliens
La historia es super sencilla, vista mil veces, pero qué importa si va a haber altas dosis de acción muy frenética. Estos son sus protagonistas:
- Mayor Frank “Pumpkinhead” Williams: Un hombre de pocas palabras y mucha acción. Especialista en armas y piloto natural. Habla más de 42 idiomas solo murmurando.
- Teddy: Un labrador alegre y experto en sigilo. Una leyenda en el criadero de perros salvajes.
Y esta es su historia:
Unos días antes de que el ejército active el protocolo “Biolab Wars”, el comandante Frank “Pumpkinhead” Williams y su compañero Teddy son convocados al frente.
Autorizados a usar todos los métodos necesarios, la pareja explotará, atropellará, aplastará y se untará con una gran cantidad de baba alienígena.
Sinceramente, la historia queda en un segundo o tercer plano en Wild Dogs, dado que la premisa principal se basa en avanzar mientras disparamos y vamos alternando los proyectiles/armas que nos caen del cielo (casi de forma literal) tal y como sucedía antaño en títulos como Contra, del que por cierto, bebe mucho.
Pero no solo de Contra toma referencias, si no que también lo hace del legendario Shadow Dancer, aunque solo sea la particularidad de tener como acompañante a un adorable labrador que aquí será mucho más útil que en el juego de SEGA.
En el estudio brasileño 2ndBoss le han dado a nuestro cánido amigo mucha más responsabilidad y será el encargado de cumplir las misiones más sigilosas, aunque no siempre, porque el también podrá disfrutar a la hora de acabar con los alienígenas de turno.
También encontraremos algunos niveles en los que nos tocará subir a bordo de vehículos para cumplir nuestra misión. Así de esta forma, subidos en un jeep, un helicóptero, un avión, una moto y algún que otro transporte más “grande”, podremos llevar a cabo la misión que nos encargaron.
Quedaréis paletizados
Recordando al videojuego Biota, que usaba el mismo sistema de paletas (aunque aquí te los dan todos de golpe en un principio), aunque Wild Dogs tenga una estética que recuerda y mucho a la primera Game Boy, dispone de muchas otras paletas que cansarán menos la vista y a algunos nos ha recordado a como se veían los videojuegos en Spectrum o MSX en los años 80.
Hemos podido contar entre ocho o nueve paletas, quizás haya alguna más en el futuro, pero son más que suficientes para ir alternando por los niveles o simplemente para que nuestros ojos no se cansen demasiado y más teniendo en cuenta el estilo pixel art con pixeles como puños.
La música es 100% chiptune y muy cañera, acompañando al estilo del juego y pese a ser algo repetitiva, no machaca mucho.
Veremos como resulta finalmente Wild Dogs el día de su salida, pero nosotros estamos deseando irnos a machacar unos cuantos aliens con nuestras mascotas por culpa de este videojuego.
