Yomawari: Lost in the Dark – Análisis

Yomawari: Lost in the Dark – Realidad de terror

Vuelve el terror adorable con Yomawari: Lost in the Dark que, como acostumbra, mantiene una gran ambientación en 2D con bastante detalle en entornos oscuros llenos de espíritus a la vuelta de cada esquina. NIS America llega con esta tercera entrega de una franquicia que se ha convertido en un buen precedente del terror japonés con sabor indie y que pese a tener una estética “muy cuca“, sigue manteniendo escabrosos momentos.

Maldición en vida o vida de maldiciones

La protagonista tiene un comienzo difícil, sufre abuso escolar continuo (bullying) y casi se podría decir que vive en un infierno en vida. Tras subir a la azotea de la escuela se acerca a la verja rota que la separa del resquicio quedándose al borde y…

Tras llegar el anochecer aparece en un bosque frío y nevado apartado de su escuela, camina hasta encontrar una luz que pertenece a una linterna tirada en el suelo. Algo la acecha e intenta alejarse, pero se tropieza y otra joven hace aparición. Está la ayuda a cruzar ese lugar frío y la aconseja a no mirar a los espíritus, cerrando los ojos y alejándose lentamente de ellos para que no le hagan nada… la joven le anuncia una última cosa, está maldita y debe romper la maldición antes del amanecer.

Un comienzo nada alentador para la protagonista de Yomawari: Lost in the Dark a la que podemos poner nombre nosotros mismos. Y también como novedad o más bien curiosidad, podemos escoger su atuendo, peinado y accesorios, sin demasiadas opciones.

Después de esa breve parada, ya estamos listos para sumergirnos en su historia, una noche accidentada y llena de espíritus que esquivar mientras busca los recuerdos que ha perdido, necesarios para romper su maldición.

Acertijos de la vida

Pequeños rompecabezas nos introducirán de lleno en Yomawari: Lost in the Dark y su tétrico ambiente; esto no quiere decir que nos lleven poco tiempo resolverlos, ya que las condiciones y las pistas son muy variadas. Precisamente de las pistas habrá que estar muy pendientes, ya que notas, carteles y otras anotaciones contienen los pasos que debemos seguir para avanzar.

Taparnos los ojos no siempre será lo más útil para esquivar a los espíritus, y es que la gran variedad de ellos hace que sus patrones sean muy diferentes. Desde no mirarles directamente, huir rápido de ellos, respetar las señales o alejarnos de sus rutas, son algunas de las cosas que necesitamos hacer para que no se entrometan en nuestro camino.

Pero los más duros de evitar, serán los relacionados con la propia trama y que actuarán como grandes “yokai” a los que es mejor no enfadar… lo malo es que vamos a tener que “molestarles” si queremos recuperar nuestros recuerdos.

Una colección de recuerdos del misterio

Entre notas, muñecas, juguetes, llaves y muchos más objetos, vamos a conseguir una buena colección de ellos en Yomawari: Lost in the Dark, que además no solo guardan pistas, también tienen cierto significado o serán de utilidad en algún momento. Eso sí, habrá ciertos objetos con un uso más continuo y necesario como piedras, monedas para poder guardar la partida o los aviones de papel, entre otros.

A parte de este gran número de coleccionables, habrá pistas más remarcables que nos inducirán a nuestra misión para la recuperación de memorias perdidas. Y serán precisamente estos a los que más prestar atención para poder ir abriéndonos paso en la trama.

También tenemos un puzle que resolver, pero las piezas no son precisamente fáciles de encontrar, sin embargo seguir a los roedores sin la linterna nos pueden llevar hasta las piezas que lo componen. Será un misterio más que se suma al inventario de coleccionables y al que tendremos que prestar atención mientras recorremos las calles de la ciudad en nocturnidad.

Prestando atención a los sonidos

Dentro del ambiente de Yomawari: Lost in the Dark, donde más vamos a prestar nuestra atención van a ser los sonidos. Y es que el título penetra fuertemente en nuestro sentido auditivo, hasta el punto de hacerlo tan imperiosamente sobrecogedor o atemorizante como el aspecto visual. Cada paso que damos puede marcar un tono diferente según donde o que estemos pisando y los espíritus y los latidos de la protagonista serán la linea que no querremos traspasar.

Al adentrarnos en los edificios también oiremos ruidos, más allá de nuestros pasos y que también pueden marcar nuestro ritmo de avance. Temerosos y sin saber con que nos vamos a encontrar seremos mayormente precavidos ya que un paso en falso y todo se habrá acabado.

Puro terror japonés

Volviendo al entorno visual, todo está bastante detallado con gran pretensión de oscuridad. Tal es así, que a veces ni la luz de la linterna será suficiente para atravesar la oscuridad espiritual que resida en algún lugar. Pasaremos también por sitios que son tanto lúgubres como escalofriantes, claro ejemplo es la típica casa taller de muñecas, plagada de ellas, de maniquíes y también espíritus. Todo que sin duda bebe en gran parte del terror psicológico japones del que suelen hacer gala y que aquí, una vez más logra abrumar al jugador con su terror 2D.

Otra de las cosas con las que juega bastante bien, es justamente la iluminación, que pese a estar mayormente a oscuras o con la tenue luz de la linterna, encontraremos algunos lugares algo más “cálidos” obviando el hogar propio de la protagonista. Además, aunque el título hace una alusión constante a cerrar los ojos, lo cierto es que acabamos recorriendo con facilidad el terreno a oscuras y prescindiendo de la linterna en muchas ocasiones; pero ojo, cuidado porque sin ella no podremos recoger objetos, pistas o cruzar caminos ocultos.

Recorrido de obstáculos

Si no fuese por una magnifica ambientación visual y sonora, Yomawari: Lost in the Dark casi más bien parecería un juego de obstáculos que esquivar. Pero lo cierto es que al tener detalles, como el moverse hacia atrás o darnos ciertas instrucciones que nos “mantienen en la linea blanca” le da otro significado. A esto le sumamos los diferentes acertijos que nos harán estrujarnos un poco el coco.

Un título con el que sin duda vamos a estar en tensión y que pese a no pasar especial miedo, si que querremos huir con el personaje para que no nos cacen los “yokais”.