La editora independiente Untold Tales conocida por títulos como Arise: A Simple Story y Bang-On Balls: Chronicles ha confiado en Purple Ray Studio, un nuevo estudio de desarrollo de videojuegos independiente, para darle vida a Boti: Byteland Overclocked.
Este nuevo juego de plataformas en 3D está completamente ambientado en la informática y la tecnología, tan así que seremos un robot dentro de un ordenador, pero no nos adelantemos. Boti verá el azul de Steam el día 15 de este mes pero nosotros hemos tenido la oportunidad de ponerlo a prueba, sin más chispas vamos con el análisis.
Bienvenido a Bytelandia
En este título nos pondremos en los cables de Boti, un robot recién salido de la fábrica designado en Bytelandia, un mundo con vida propia dentro de un ordenador, con la misión de cumplir con el mantenimiento del mismo, arreglar errores y combatir con sus virus.
Durante toda esta aventura estaremos acompañados por Cero y Uno, dos pequeños y flotantes robots que a la vez que nos guían nos hacen de comentaristas. Además de tener a Kernell, un señor mayor representando al núcleo de Bytelandia, básicamente el encargado de que todo funcione correctamente.
No solo tendremos a aliados de nuestra parte, sino que también mini robots y bichobots, repartidos por diferentes zonas en los niveles, deseosos de ponernos los cables encima para crearnos algo más grave que un cortocircuito.
Como robot que somos tenemos la habilidad especial de escanear nuestros alrededores en busca de enemigos y de objetos para recolectar. No hay sistema de inventario ni objetos que podamos usar, el escáner es una habilidad implantada, con dobles saltos, sprint y dos patitas muy cortas nos es suficiente para abarcar esta aventura.
Zona de conexión
No existe una misión principal en el juego sino una cadena de objetivos que tenemos que cumplir. Por ejemplo, lo primero que tenemos que hacer es alcanzar la zona de control y activarla, al hacerlo otro objetivo será desbloqueado, todos ellos creando una historia dentro de Bytelandia.
Estos objetivos están repartidos en siete niveles según el juego, pero son más bien partes de historia con niveles en cada una de ellas. En la zona de conexión, que es una especie de lobby, hay siete tubos que conducen cada uno a su parte de historia en diferentes sitios de Bytelandia, estos se van desbloqueando conforme se completan los anteriores.
A lo largo de esta travesía eléctrica debemos obtener cuatro tipos de coleccionables, estos son bits, botimonedas, reproducciones de Kernell y de música. Lo más fácil de encontrar son los bits, están repartidas por todo el camino, incluso dentro de barriles, cajas de archivos, flores…
Gracias a los bits podremos avanzar por los niveles completando codificadores además de servir para desbloquear mejoras de Boti, esto último junto con las botimonedas. Los reproductores son simplemente información extra que nos proporcionan, no es de vital importancia pero si es necesario obtenerlos todos para conseguir la máxima puntuación de cada parte de la historia.
Aparte, la exploración es fundamental, hay caminos que no llevan a ningún sitio pero que están llenos de coleccionables, puertas que se pueden romper y zonas detrás de edificios que llevan a lo mismo. Además, hay cofres escondidos que dan una gran cantidad es estos.
Un mundo binario esperando ser explorado
El tiempo necesario para completar cada parte de historia cambiará según nuestras habilidades y destrezas, oscilando entre los veinte y treinta minutos. Claro que, también depende de como queramos avanzar, si le vamos a dedicar más tiempo a explorar y conseguir todos los coleccionables, o simplemente a recolectar lo necesario para superar rápidamente los niveles.
Como hemos mencionado antes, Bytelandia está dividido por siete partes de historia, la mecánica para avanzar por sus niveles siguen el mismo patrón con un par de excepciones. Si bien se repite mucho la dinámica, alguna que otra vez nos sorprende con un desafío nuevo.
Como hemos mencionado antes por el camino se encuentran enemigos, estos no tiene dificultad alguna, de hecho, el juego en sí no la tiene. Los primeros con dos ataques se pueden derrotar, continuando sube la dificultad pero nada complicado. De todos modos, se pueden recolectar vidas.
Durante nuestra travesía tendremos tres debilidades; la durabilidad de la vida, el alcance del escáner y el rango de atracción de bits, estos se pueden mejorar como hemos mencionado antes a cambio de bits y botimonedas.
Componentes críticos
Boti: Byteland Overclocked parece funcionar sin problemas en cualquier ordenador con una tarjeta gráfica de calidad media ya que no presenta errores de ello. Sin embargo, hemos experimentado el tan temido Fatal Error en una ocasión mientras superábamos un nivel en modo cooperativo.
Las escenas que surgen cuando llegamos a un punto clave se activan solamente con uno de los dos jugadores, lo que hace que si el otro jugador está saltando o cruzando un puente que se destruye al paso muere al no poder continuar. Además, en las escenas solo se ve al jugador host de la partida.
El primer nivel del modo solitario no funcionó tras activar los dos botones necesarios, lo que causo perder todo lo recolectado y tener que empezar de nuevo. Además, algunos bugs visuales, como ver a un personaje doble o teletransportarse constantemente estando encima de un platillo, también están presentes.
Navegando el sistema
La historia que se va creando es original y sorprendente, al principio parece llevar un camino sencillo pero van surgiendo accidentes inesperados que le dan tensión a la trama. Además, la información extra que brinda Kernell y las conversaciones entre Cero y Uno lo hacen muy entretenido.
Los escenarios son muy coloridos y animados, en general Boti es muy bonito visualmente. Además, los personajes son adorables y graciosos, más de una vez consiguen sacarnos unas risas.
La banda sonora de fondo es enérgica y animada, combina en todos los sentidos con el estilo robótico de Boti. Además, los efectos de sonido como lo son de cada golpe, salto o muerte están muy bien conseguidos.
Bienvenido a Bytelandia: El concepto informático y tecnológico de este plataformas 3D es bastante original, visualmente es muy atractivo, cuenta con mucho por explorar y su jugabilidad es sencilla. Sin embargo, el cooperativo no está bien conseguido, presenta bugs y puede resultar un poco repetitivo. – Myriam Martínez “MyChlorine”