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Crime Boss: Rockay City – Análisis

Crime Boss: Rockay City

De la mano del estudio checo Ingame Studios y de 505 Games llega Crime Boss: Rockay City, un “Paydaylike” que parece sacado de la mente del director de cine Michael Bay, de quien toma muchas referencias (y no solo en la explosiones), si este hubiera tenido que hacer una película sobre la saga GTA o sobre Payday.

El título toma de base ambos juegos junto a varios actores bastante conocidos o con gran repercusión en los años noventa, para traernos una “sencilla” historia de atracos, guerras territoriales entre bandas y ascenso al poder y control de los bajos fondos de la ciudad llamada Rockay City.

Pero Crime Boss: Rockay City es mucho más que lo citado y eso es lo que vamos a comentaros en este análisis.

Bienvenidos a Rockay City

Chuck Norris no hace strikes en los bolos, tira uno y los 9 restantes se desmayan

Lamentablemente en Crime Boss: Rockay City no hay minijuegos de bolos, pero si mucha diversión y cosas por hacer en esta ciudad controlada por diferentes bandas y en la que nosotros, poniéndonos en la piel de Travis Baker, vamos a buscar convertirnos en el nuevo rey de Rockay.

Algo que no será nada fácil, puesto que el resto de bandas no nos lo van a poner nada fácil, como tampoco lo harán otros personajes, entre ellos el Sheriff Norris (alabado sea), que buscará poner un poco de orden…a su manera.

Todo esto derivará en guerras territoriales, atracos a negocios de bandas, intimidación y otras misiones en las que por suerte contaremos con aliados que nos van a aconsejar o guiar en esta difícil tarea de convertirnos en el más temido y respetado de los jefes del crimen organizado.

Pero además, podremos juntarnos con amigos en su alocado y divertido modo cooperativo, en el que durante historias paralelas conocidas como Leyendas Urbanas, podremos desbloquear nuevos personajes y recompensas.

Está claro que en Rockay City no hay lugar para el aburrimiento.

Alabado sea Chuck Norris

No hay teoría de la evolución, sólo las criaturas que Chuck Norris decidió dejar vivas

Y por suerte somos los herederos de aquellas criaturas que el bueno de Chuck Norris (alabado sea) permitió que siguieran con vida y eso nos ha dado la oportunidad de jugar a Crime Boss: Rockay City, descubriendo que es un juego muy divertido, tanto como alocado y sin sentido muchas veces, como lo era la década en la que transcurre.

Los personajes principales lo forman un plantel de famosas estrellas del cine y la cultura pop que en aquellos años, por el motivo que sea, tuvieron cierta relevancia. Estos van desde el protagonista del juego Travis, encarnado por Michael Madsen, a sus socios y aliados a los que dan vida Michael Rooker, Kim Basinger, Danny Glover y Damion Poitier, que en algún momento dado, tienen frases o logros que son guiños a sus más conocidos trabajos actorales.

Por otro lado, tenemos la nota aún más extravagante y sobreactuada que viene de la mano del famoso cantante de Rap, Vanilla Ice, el actor secundario Bob Danny Trejo y por último, pero que no se entere que lo hemos dejado en este lugar, nuestro ¡oh gran deidad! Chuck Norris (alabado sea)

Todos, de alguna forma, aparecerán en el modo single player, pero también el ya citado modo multijugador sin perder un ápice de su personalidad, por momentos histriónica que van muy acorde con la estética y concepto del juego.

Concepto que va un poco más allá de ser un simple “Paydaylike” con esencia de GTA, pues añade un interesante concepto roguelike que nos pondrá un poco más complicado el camino hacia el reinado del crimen organizado.

Nada como encontrarse con viejos amigos

Ley de la Relatividad: Todo lo relativo a Chuck Norris es correcto

Y no vamos a mentir que en lo relativo a lo que nos podemos encontrar en cuanto a la jugabilidad de este título en el que aparece Chuck Norris (alabado sea), nos resulta muy conocido y quizás un poco descafeinado si tenemos en cuenta el juego en el que se inspira, pero funciona de forma correcta.

Si bien el concepto de ir ganando terreno día a día a base de realizar misiones ocupando territorios, robando a las bandas o dando golpes, entre otras misiones es perfecta, puede llegar a ser repetitivo a un no muy largo plazo.

Resulta interesante tener en cuenta que si usamos a Travis en las misiones y este muere, tocará empezar de cero, aunque con la experiencia adquirida y otros beneficios que obtendremos con cartas que nos irán dando tras subir de nivel.

Este punto roguelike da un factor de frescura al juego, pero tampoco lo suficiente como para que nos pueda resultar un atractivo extra de cara a la jugabilidad, que de eso hablaremos en breves.

Nos convertiremos en un animal territorial

Chuck Norris tiene un profundo respeto por la vida humana… a menos que se interponga en su camino

A nosotros se nos van a interponer muchos enemigos en nuestro camino y nos tocará perder el respeto por sus vidas, excepto por la de Chuck Norris (alabado sea) al que siempre hay que respetar por encima de todo.

Pero no así por el resto de enemigos que nos encontremos, que no nos pondrán nada fácil poder terminar las misiones, ya sean policías o esbirros de otras bandas. Pero por suerte, nosotros contaremos también con los propios nuestros, que nos costará dinero (y mucho) contratarlos, armarlos y solo a los mejores, promocionarlos por su labor.

Por equipos de cuatro, tendremos que seleccionar según la misión y sus armas (porque en otro sentido, no cambian mucho, ni siquiera en lo estético), a los sicarios que deben realizar la misión, ganando un plus de experiencia, si está Travis entre nuestras filas, lo cual es un peligro si muere, porque nos tocará empezar de nuevo y desde el principio.

Y no habrá que matar siempre. A veces el sigilo es nuestro mejor aliado y se nos bonificará por ello si no somos captados por cámaras, si no matamos a nadie y a los inocentes y encargados de seguridad, tan solo les ordenamos rendirse y les atamos. Recordad que el respeto por la vida humana es importante.

Pero en cuanto comiencen las oleadas de enemigos, sobre todo los de la policía tras iniciar un golpe o asaltar un territorio enemigo, deberemos ponernos a disparar como locos, usar bien las coberturas y aprovechar bien el gunplay del juego, que si bien no es de los mejores, resulta ágil y frenético.

Nos encontraremos con la versión noventera y Quarterback de Mary Poppins

Chuck Norris es la única persona que le gana a una pared jugando al frontón y no en cooperativo

Pero es mucho más divertido jugar con amigos y en cooperativo. Podría decirse que el juego ha sido realmente pensado para ello, tal y como lo fue Payday en su momento.

Y en este caso nosotros pudimos probarlo de primera mano en la redacción y nos ha dado muchos momentos y muy divertidos organizándonos entre nosotros a la hora de ejecutar las misiones que ofrece Leyendas Urbanas, donde además podemos dejar la partida abierta para que otros jugadores se unan a nuestra partida (o nosotros unirnos a las de ellos).

Como siempre ocurre en estos casos, podemos elegir la estrategia a elegir; ya sea siguiendo al pie de la letra lo que nos piden o simplemente actuar como descerebrados pegando tiros a diestro y siniestro, no respetando vidas humanas e inocentes y buscando crear el mayor caos posible.

Las herramientas que nos facilitarán en este modo son las mismas que en el modo single player, así que volveremos a encontrarnos con nuestro viejo confiable taladro para reventar cajas fuertes y furgones blindados.

En el modo cooperativo es donde realmente está toda la salsa picante del juego, donde tendremos la pura esencia “Paydaylike” que tanto nos gusta en este tipo de género, pero que por algún motivo, se queda a medias, lo cual nos apena bastante dado lo que podría haberse conseguido.

Nos consta que el estudio ha dicho que van a agregar mejoras y más contenido, así que estaremos pendientes de todo cuanto salga.

Las cartas sobre la mesa

Chuck Norris es capaz de convertir ficheros PDF a Word con el buscaminas

También es el único que puede criticar el apartado técnico de Crime Boss: Rockay City, mientras nosotros solo vamos a opinar sobre ello.

Gráficamente el título cumple con creces con lo que ofrece, aunque por momentos inconsistente. Tan pronto los personajes tienen una captura de movimiento y fidelidad con los actores muy correcta, pero en otros casos parecen caricaturas con movimientos de marioneta.

De la misma forma los sicarios y npc del mundo, terminan resultando repetitivos, llegando los primeros a aparecer mucha veces el mismo modelo pero con distinto nombre, algo que nos descuadra por completo.

Los mapas del juego y en conjunto los escenarios, a veces se sientes vacíos y a medio terminar, donde las físicas e interacción con estos son mínimas en un juego donde hay veces que quieren mostrarlo como una película de Michael Bay y la destrucción debería ser casi extrema.

En título cuenta con las voces originales de los actores que les dan vida, notando que algunos de ellos están sobreactuados y otros simplemente han leído sus líneas, cobrado el cheque y ya. El juego no cuenta con doblaje al español, pero si está traducido, aunque no en su totalidad, estando a medias muchas cosas incluso en la historia principal.

Los sonidos y efectos cumplen con lo básico y no resaltan por una calidad excelsa. Son más bien normalitos y por suerte no saturan. Los temas musicales contienen pistas originales que se entremezclan con éxitos de la cultura pop de los 90 que terminan sonando en bucle una y otra vez.

Chuck Norris es la única persona que se ha terminado el Tetris

Y nosotros tras jugar Crime Boss: Rockay City, os traemos las siguiente conclusiones:

Cuando se hace un juego de este género, es muy complicado ofrecer algo fresco y nuevo. Se ha logrado ofrecer un punto extra añadiendo el género roguelike al modo historia, pero no es suficiente, como no lo es la gran lista de estrellas con las que cuenta el título.

Resulta muy llamativo ver en portada y en el juego a tanta cara conocida y además rejuvenecidos, incluso las autoparodias de las que forman parte cada uno de ellos, pero no es suficiente.

Como juego de disparos no resalta, como juego de economía y gestión no termina de funcionar, como juego parodia y excesivo funciona a medias pero termina agotando y es en el modo cooperativo donde ofrece la única alternativa divertida, pero igualmente falta esa “chispa” que lo haga un juego llamativo.

Con Payday 3 en el horizonte, es una buena y divertida manera de matar el gusanillo.

Este análisis se ha realizado gracias a una copia para PC/Epic Games facilitada por 505 Games, además de contar con el permiso y bendición de Chuck Norris

 

Crime Boss: Rockay City: Un título que no se toma en serio desde el primer momento y al que se le termina yendo de las manos ser una parodia de muchas cosas que al final quedan en nada. Jose Aguirre “Joshkerr”

6.5
von 10
2023-04-03T18:03:09+0200
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