Bienvenidos a Death Roads: Tournament, donde hasta Imperator Furiosa y Mad Max las pasarían canutas para sobrevivir y cruzar de punta a punta el mapa en esta infernal carrera creada por The Knights of Unity
Aquí no se trata de ser el más rápido, ni tampoco el más agresivo. Lo importante es saber hacer uso de tus mazos, tener una buena estrategia con las cartas y cruzar los dedos para que la suerte sea tu aliada contra los locos de la carretera que querrán enfrentarse a nosotros.
Preparaos a la carrera de la muerte que hasta Jason Statham quisiera protagonizar, porque Death Roads: Tournament da comienzo hoy mismo y nosotros os contamos todo sobre el juego.
Pilotos, arrancad vuestros motores.
En un futuro no muy lejano, en una post-apocalíptica tierra de nombre Estados Divididos de América, tras una serie de sucesos (entre los que se incluye la explosión de la Luna), los pilotos más salvajes se dan cita en la carrera más peligrosa que jamás ha existido y no solo por ganar un trofeo, dinero o la fama. Aquí se trata de ganar el respeto de un continente entero y del resto de pilotos llegando a las puertas de la gran ciudad TECC al final del camino, donde todos los caminos convergen.
Y es así como Maggie Murdock, la ganadora del torneo que se inició en el año 2066, nos explica en un práctico tutorial (a modo de juego de mesa con coches en miniatura) las sencillas bases de este entretenido juego de mazos con una base roguelike.
En dicho tutorial y de una forma muy simple, se nos explica que en Death Roads podemos disparar, cambiar de marchas, de carril, usar ventajas y mucho más para así, intento tras intento, desbloqueando personajes, coches, mejoras y opciones, poder llegar al final del camino.
Así que cojamos con fuerza el volante, pisemos el acelerador…o mejor dicho….
Pongamos las cartas sobre la mesa
En Death Roads: Tournament disponemos de cuatro tipos de carta: carta roja (de arma), carta verde (de piloto), carta amarilla (de un tipo de acciones) y carta azul (de otro tipo de acciones), costándonos manejo cada carta jugada.
Los turnos terminarán cuando no queden más cartas que jugar, pasemos turno o entremos en derrape, que entonces un mazo con estar peligrosas cartas, harán que nuestro vehículo pierda el control, a veces perjudicandonos y muy pocas veces, beneficiandonos frente a nuestros rivales.
Cada carta en la mayoría de casos dispondrá de distintas características o un mayor número de estadísticas propias, dependiendo la marcha en la que nos encontremos. Por ejemplo, una acción de bloqueo trasero contra una rival en una carta amarilla, puede variar de dos a tres veces, dependiendo de la marcha requerida.
Todo esto hará que tengamos que jugar bien nuestras cartas, sobre todo a la hora de combinarlas entre sí en cada turno y con las cartas que nos dan opción de cambiar entre las mismas en un momento dado.
Recordad, no se trata de ser el más rápido, si no de usar mejor la cabeza a la hora de pilotar nuestro coche. Que por cierto…hablando de coches y pilotos.
Piloto se hace camino al pilotar
En cada “run”, se nos da a escoger un piloto y un coche, cada uno de ellos con sus propias características y ventajas. Al inicio nos encontraremos solo uno de cada, pero según vayamos ganando experiencia y subiendo de nivel, obtendremos nuevos coches y pilotos. Armaros de paciencia, que no será fácil subir de nivel.
Cada piloto tiene de base un “cachivache inicial” que da ciertas ventajas en los combates y también tienen su propio mazo de derrape, que de forma aleatoria con sus distintas cartas, será el que nos haga sufrir cuando nuestro coche entre en ese estado.
Los coches por su parte tienen una configuración inicial, de la que podemos crear hasta tres variantes (según avanzamos en el juego), dispuesta en seis partes intercambiables siempre en base a las cartas que recibamos o vayamos comprando/encontrando en distintos puntos del mapa.
Esta disposición de la configuración es: Coche en general, motor, ruedas, arma trasera, arma de techo y arma frontal.
Cada una de estas configuraciones son compatibles entre sí y variadas, con lo cual nos permite muchas combinaciones posibles, algunas de ellas llegando a ser muy beneficiosas y bestiales.
La dura carrera hacia el TECC
Nuestro camino tras haber decidido en cuál de los diez estados del norte al sur posibles comenzar y con cual de todos los patrocinadores disponibles colaborar, dará comienzo desde el oeste hacia el este de los Estados Divididos de América llevándonos por distintos puntos que cambian entre ellos y pueden ser; batalla, evento o ciudad, teniendo este último tres variantes: compras, reparaciones y botín.
En las batallas es donde está toda la acción, donde nuestra misión es básica: destruir a nuestros rivales y ser los únicos supervivientes en el enfrentamiento, donde al final de esta, recogeremos un botín a modo de pieza una carta entre las tres que se nos ofrecen.
En las batallas podemos huir; tenemos hasta la posibilidad de hacerlo cinco veces, pero no recibiremos botín alguno, por cobardes.
Los eventos son pequeños puntos donde tendremos que tomar una decisión entre varias que se nos ofrecen y donde podemos conseguir aumentar la salud de nuestro coche, ganar chatarra o perder la salud y chatarra que tenemos.
Por último, las ciudades nos permiten elegir distintos caminos en los que podemos rebuscar en almacenes y acumular chatarra y así poder negociar con ella, o pararnos en talleres o estación de reparación, lugar donde reparar nuestro coche a cambio de chatarra.
¿Sencillo verdad? No tanto como parece
Un roguelike que mola mazo
El género de los roguelike de por sí es uno de los que más juego dan, pero si a esto le sumanos el género de mazos, hace que sea una combinación muy divertida y adictiva.
En el caso de Death Roads: Tournament está muy bien implementado y no resulta agobiante ni agotador tener que repetir muchas veces la senda hasta el final del camino tras haber destruído nuestro vehículo los rivales, ya sea por una mala gestión de cartas, estrategia o simplemente mala suerte.
Además, como siempre ha sucedido en estos géneros, a base de repetición ganamos mejoras y desbloqueos que hará que cada vez sea más “sencillo” avanzar.
Sin duda alguna, lo adictivo que puede llegar a ser este título le da una rejugabilidad constante, sumado al hecho de la gran cantidad de personajes y vehículos por desbloquear.
Apartado técnico de Death Roads: Tournament
Nos encontramos ante un título de aparente sencillez visual pero que realmente dispone de un arte y diseño artístico similar al comic que le sienta muy bien, con unos coches que estéticamente nos han recordado a las sagas cinematográficas Mad Max o Death Race, de las cuales toma muchas referencias el juego.
Los efectos visuales son igualmente sencillos pero funcionan a la perfección, pero quizás donde hemos encontrado una gran carencia es en los escenarios, donde además de repetitivos, apenas ofrecen algo más que de cuatro a seis carriles de asfalto y tierra con un efecto blur constante que solo es interrumpido a veces.
Realmente no podría mostrarse mucho más dada la perspectiva subjetiva del título y la temática del mismo, pero un poco más de variedad, no hubiera venido mal.
Respecto a los sonidos y música, cumplen con su cometido, sin resultar intrusivos ni tampoco repetitivo en el caso de la música. Todo es más que correcto.
Finalmente el juego está totalmente traducido al español, aunque con algunos ligeros errores gramaticales o sin traducir, lo cual esperamos se arregle en un futuro parche.
Conclusiones
Estamos sin duda alguna ante un juego que a los amantes de los géneros roguelike y de mazos, les gustará por igual.
Sabe combinar muy bien ambos géneros y hace que el resultado sea adictivamente divertido, haciendo que nos pasen las horas sin darnos cuenta tratando de llegar al final del camino.
Las casi infinitas y posibles combinaciones entre pilotos, coches, caminos y demás cosas a la que tenemos opción, hace que este título no parezca tener fin.
Nos vemos en el camino, pilotos.