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El body horror de Oxide Room 104 – Análisis

Portada Oxide Room 104

Actualización: Debido a la buena recepción que ha tenido este título entre la redacción, hemos procedido los editores a probar Oxide Room 104 y, en consecuencia, a revisar y ajustar la nota previamente dada y a extender el análisis con información que no disponía el analista. No solemos realizar cambios en un análisis una vez publicado, pero consideramos que esta excepción está de sobra justificada.

Señales

Lo primero a destacar de Oxide Room 104 es su ambientación con un gusto evidente a los primeros títulos de Silent Hill, es posible tomarlo como un homenaje a las zonas lúgubres de este, pasajes sombríos y donde las sombras se juegan la vida en este videojuego de WildSphere, y es que la oscuridad es un personaje dentro de la ambientación. Si en Silent Hill veíamos nieve durante el día, acá, percibimos todo la negrura, los mensajes subliminales puestos en los muros del hotel con sangre juegan un rol protagónico. No hubiera sido posible disfrutar de Oxide sin una violencia exacerbada y es, quizá, justo allí, es lo más disfrutable, es lo que el gamer acostumbrado al horror pueda sentir un poco forzado.

Morir duele

Despiertas en un cuarto donde estás solo y sabes que nada irá bien. Puedes oír los gritos clamando auxilio a lo lejos, ves sangre en la pared; el juego, se alimenta de forma rica de mensajes, textos, cartas que van dejando otras personas (supervivientes, vaya) quienes, como tú, estuvieron en la misma situación. Esta fórmula tan antigua de enriquecer una historia merma perfectamente en algunas escenas de Oxide, pero sí que es cierto que algunas otras, no tanto. Y es que la cantidad de objetos con los que puedes interactuar son muchas, pero, la gran mayoría de ellos son inservibles. Así, veremos que podemos interactuar con rollos de papel higiénico, jabón, cajones, y un sinfín de cosas solo para que nuestro personaje se entere de que no nos sirven para progresar en la trama.

Hay body horror muy presente. Cada vez que mueras vas a lamentarlo pues tendrás una escena de amputación de extremidades. Las escenas son gráficas, es más, se percibe el dolor y la ansiedad y el temor, los gritos de nuestro personaje, aullidos desesperados, son muy convincentes. Todo esto orquestado de la voz de Sergi Carles, el actor de doblaje del villano en español. Su trabajo es muy conseguido, nos inflige sensación de desamparo y nos veremos ante su presencia, secuestrados; descubriremos que solo nos queda por esperar a sobrevivir a otra tortura más si nos equivocamos.

El apartado gráfico cumple a la par con el sadismo de la violencia del juego, es un compañero más, imprescindible, para gozar de un terror gráfico que nos va a acompañar durante toda la aventura.

¿Lo excesivo es demasiado?

Oxide Room 104 es un juego corto. Muy corto. Lo terminas entre dos y cinco horas dependiendo del ritmo en que lo juegues, y es que, cada vez que mueres, debes repetir patrones para alcanzar el punto en el que habías quedado. La diferencia está en que, si bien el camino es siempre el mismo, se añade más dificultad en la ambientación; el mapeado, se vuelve cada vez más pesadillesco. La primera vez que lo juegas, las posibilidades de disfrutar la aventura son elevadísimas, pero ya desde una tercera en más, te das cuenta que tienes que volver a empezar, volver a repetir los enigmas (sencillos) y llegar a determinado punto. Las mecánicas de la jugabilidad cuesta pillarlas en un comienzo, sobre todo manejar tu inventario, mezclar los objetos para luego salir del inventario y volver a caminar. De todas maneras, después de media hora, te acostumbras.

La historia bebe mucho de las notas y diarios de otros personajes, sobrevivientes, víctimas del hotel. Ayudan porque no solo enriquecen la ambientación, sino que la elevan de manera tal que me atrevo a decir que estos textos son uno de los puntos más fuertes del juego.

Diálogos y apartado sonoro

Las voces, tanto en inglés como español resultan soberbias. Si bien es cierto que pueden llegar a pecar de repetitivas, la calidad del doblaje está fuera de toda duda. Haciendo uso de actores de doblaje veteranos y con experiencia en el sector, nos encontramos en este título uno de los mejores doblajes en castellano que hemos visto en mucho tiempo en el mundillo. Tristemente, sigue habiendo una cantidad excesiva de títulos que no solo no están doblados a nuestra lengua, si no que encima muchas veces ni vienen traducidos. Por tanto, encontrarnos con un título con un doblaje tan excelso y con voces tan reconocibles es absolutamente refrescante.

Sergi Carles, mas conocido como TodoJingles, que ya ha participado en juegos como UnMetal (dando voz al comandante a quien le cuentan la historia del juego) y que ha participado en títulos como Blasphemous, pone voz al terrorífico villano de la función que mas de una vez pondrá la piel como escarpias con solo escucharle, consiguiendo de esta forma con su voz aterrorizarnos de una forma excepcional.

Por su parte Kunda Da Silva pone voz a nuestro aterrorizado protagonista, que nos transmite el pavor y miedo que sentimos a cada paso. Quizás su voz te suene de haberlo escuchado en Super Woden GP y le escucharemos en el próximo juego español Operation HighJump The Fall of Berlin.

Tanto la música como los demás apartados sonoros cumplen su trabajo, acompañando a la excelente ambientación sin resultar agobiante ni acaparando la atención del jugador.

¿Una aventura gráfica? ¿Walking simulator?

A ratos, me quedé son la sensación de que, ante todo, Oxide Room 104 es un walking simulator de entender dónde usar los elementos que se nos conceden. A medida que nos vamos haciendo de ellos, solo queda saber dónde ubicar estos elementos para que la historia progrese. Además, lo que vamos a lamentar será morir, pues, como dije al comienzo, morir en este juego, literalmente, duele. Habrá alguien que disfrute de la amputación de extremidades y del horror más gráfico, cosa que existe y tiene un enorme nicho de seguidores, pero también nos encontramos con enemigos que recuerdan muchísimo a Silent Hill, a deformidades humanoides, otras, sacadas de algún cuento perdido del primer Allan Poe.

Conclusión

Oxide Room 104 nos ofrece un par de horas de una aventura donde los audífonos, la oscuridad y la soledad, serán nuestros compañeros si queremos disfrutar de esta obra de WildSphere. La fórmula de no entender dónde nos encontramos, en un comienzo, puede recordar incluso a la escena del hospital de Metal Gear Solid V, pero abarca un camino que se siente sobreexplotado por filmes como la saga Saw y Hostel, donde la tortura más gráfica hace mella en un horror que no es tal, sino, se acerca más al morbo gráfico corporal. Con todo, resulta un buen juego para una noche de viernes 13.

[review_summary positive_heading=”Lo bueno” positives=”Lo gráfico de las torturas.
Ambientación.
Textos, cartas y documentos.
Voces (tanto en inglés como español).” negative_heading=”Lo malo” negatives=”La jugabilidad.
Muy corto.
No muy rejugable.”]
Jugabilidad
6.5

Gráficos
8.5

Sonido y Doblaje
10.0

Historia y Ambientación
9.0

Duración
6.0
[/review_summary]
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