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Evil Wizard – Análisis

Evil Wizard Análisis

En Rompe Ralph o Ralph el Demoledor, dependiendo de donde seáis, decían los villanos de la función: “Soy malo, y eso es bueno. Jamás seré bueno, y eso no es malo(…)” y justo de eso trata este juego, donde además de muchas carcajadas y diversión, Evil Wizard nos presenta un interesante dilema entre héroes y villanos que junto a otras cosas, os contaremos en este análisis.

Eso sí, esperamos que el Hechicero Maligno nos deje y no quiere vengarse de nosotros por hacerlo.

Bajo la capucha de un villano buscando venganza

Bueno, en realidad Evil Wizard en ningún momento nos pone en la piel o bajo la capucha de ningún villano, en este caso el Hechicero Maligno, que es quien protagoniza el juego, pero antes de hablaros sobre lo peculiar de este tema, os ponemos en antecedentes.

Cuentan las canciones que los héroes han conseguido muchas victorias y que una de las más sonadas, fue contra el Hechicero Maligno y de como este se halló expulsado de su propio castillo tras una lucha casi mortal, donde los héroes vencieron a los esbirros del vil hechicero y tomaron su fortaleza mientras su maligno señor huía avergonzado del lugar sin mirar atrás.

Y ahí es donde entramos nosotros, que tras estos hechos vemos desde el otro lado de la pantalla como el hechicero rompe la cuarta pared y comienza a dirigirse a nosotros, con una actitud un tanto chulesca y altiva, a pedirnos que le ayudemos a recuperar su castillo y todo lo que le arrebataron los héroes, entre ello, sus poderes.

Así que por esta vez, vamos a aliarnos con un villano un tanto peculiar y sinvergüenza, que no dudará en sacar su lado más humano ante nosotros, aunque le cueste reconocerlo. Pero no será el único personaje que rompa la cuarta pared y se dirija a nosotros. En realidad todo el juego está pensado de una forma que nos hará participes en todo momento como si fuésemos otro personaje más del título.

Un metroidvania de andar por casa

A diferencia de la mayoría de juegos que forman parte de este género, Evil Wizard se aleja de scroll lateral y “plataformeo” puro y duro que suele acompañarles. De esta forma se nos presenta como un juego de salas, donde vamos a ir descubriendo cada localización del castillo a base de movernos por cada de una de ellas activando ciertas palancas o usando cualquiera de los cinco elementos que tendremos a nuestra disposición, o con algún que otro “ardid” en el que podemos formar parte.

Comenzando en los tenebrosos jardines exteriores del castillo, aprenderemos a mover a nuestro hechicero sin techo y refrescar su memoria con los primeros movimientos y poderes que ha perdido tras la batalla, contra unos incautos soldados que nos harán las veces de tutorial antes de llegar al castillo. Aunque los incautos vamos a ser nosotros, que entre carcajada y carcajada por las referencias o diálogos, vamos a ser trolleados muchas veces y de muchas maneras, antes de poder entrar en materia.

Pero igualmente en el momento que ya estamos en el salón principal del castillo, vemos el percal tras el asalto de los héroes y conocemos a un secundario que querrá chuparnos algo más que la sangre, seguirán las bromas, referencias a la cultura pop, interacción de los personajes con nosotros y muchos momentos divertidos.

Esto no quiere decir que no haya un juego serio e importante, que vaya si lo hay, además con una historia muy bien planteada, una jugabilidad excelente y todo gracias al estudio uruguayo Rubber Duck Games que han hecho uno de los mejores, divertidos e irreverentes títulos de los últimos tiempos.

Poderes de los elementos que sirven “patolavida”

Como decíamos, el Hechicero Maligno ha perdido sus poderes y tendremos que guiar al pequeño y vil encapuchado por todas las estancias para que vaya recuperando los poderes de cinco elementos (fuego, hielo, tierra, rayos y el vacío), que sumados a otros objetos y conocimientos, podrá ejecutar ciertos hechizos con los que podrá además de atacar y defenderse, desbloquear puertas, zonas y mucho más.

Aunque a veces ciertas puertas y tesoros se desbloqueen con tan solo superar una puntuación en una máquina arcade…

Pero no todo va a ser buscar la forma de recuperar los poderes de nuestro hechicero o recuperar las nueve zonas de las que consta el castillo (algunas de ellas solo accesibles resolviendo ciertos puzles que no resultan muy complicados). También tenemos una serie de coleccionables o encargos que realizar.

Estos coleccionables son un encargo de uno de nuestros esbirros llamado Rubito, que dentro de su inocencia y falta de cocedura mental, nos ha encargado la búsqueda de sus patitos de goma (logo del estudio del juego), que se han perdido por el asedio de los héroes. Estos patitos están repartidos por todo el castillo y son cada uno de ellos una referencia a la cultura pop, principalmente películas y videojuegos.

Y hablando de videojuegos, otro de los encargos, será por parte de cierto “brujero”, que pedirá que le entreguemos las cabezas de los enemigos finales de cada zona, para así obtener recompensas muy jugosas que podremos utilizar para mejorar a nuestro personaje.

Dejando que D. Monique le saque brillo a nuestra varita

Bueno, en realidad a la del Hechicero Maligno. Ella estará encantada de hacerlo y nosotros vamos a agradecérselo mucho aunque nuestro encapuchado amigo no las tenga todas con él.

Pero D. Monique no solo mejorará el báculo, también la capa mágica que dará más habilidades y extra de corazones y también a la espadita del hechicero, convirtiéndola en un temido arma con el que desmembrar a sus enemigos. Enemigos a los que por cierto, puede hacer ejecuciones con las que les absorberá la vida y de esta forma él recuperarla.

Aunque esto no es suficiente en ciertos enfrentamientos, porque lo que la señorita Monique, también permitirá mejorar la cantidad de corazones disponibles y la dureza de estos, para que así no temamos morir y no haber plantado un pino…digo….salvar partida en uno de los tantos WC que hay repartidos por el castillo.

Pasar de ser un “loser” a una maldad suprema será cuestión de ir mejorando nuestro equipo, conseguir todos los poderes y realizar todos los hechizos posibles.

Apartado técnico de Evil Wizard

Con un preciosista pixel-art que recuerda en ciertos momentos a las mejores aventuras gráficas de los años 90, tanto en sus escenarios como en los personajes y animaciones de estos, así como de la variedad de expresiones y gestos (tanto de los secundarios, como sobre todo del protagonista), el juego consigue que terminemos rendidos ante cada detalle y mimo en los diseños.

La banda sonora es soberbia, con unos temas que en ciertos momentos pueden recordar a las partituras de Danny Elfman y que no desentonan en ningún momento resultando parte muy importante del juego. Los sonidos cumplen con creces, aunque ciertas voces/onomatopeyas de los personajes terminan por resultar algo repetitivas.

Los textos vienen perfectamente en español, las referencias a la cultura pop son claras y no hay modismos de ningún tipo, con lo cual las bromas y referencias, que no son pocas, se pueden entender perfectamente.

En el caso de los controles, son fluidos (como le gusta a Bloodymir) y quitando un par de fallos subiendo escaleras, el juego se siente muy bien rematado.

 

Evil Wizard: Además de muchas carcajadas y diversión, Evil Wizard nos presenta un interesante dilema entre héroes y villanos que lo hacen uno de los mejores metroidvanias/RPG y títulos que hemos jugado últimamente Jose Aguirre “Joshkerr”

9
von 10
2023-05-24T21:45:48+0200
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