Highrise City – Análisis

Con Highrise City hemos podido ver hasta donde llega la ambición de los chicos de Fourexo Entertainment. Estamos ante un título que mezcla el género de construcción de ciudades (y con elementos visuales muy similares a los que podemos ver en uno de los mejores, Cities Skylines) y la gestión de recursos con sus cadenas de montaje.

De primeras, parece que los recursos son un elemento secundario: piensas que vas a estar más tiempo preocupándote por tus ciudadanos, el dinero y crecer como ciudad. Pero nada más lejos de la realidad, el juego tiene una complejidad diferente al encontrarse entre ambos géneros.

Si os gustan ambos estilos de juego (aunque con más énfasis en la construcción de ciudades), posiblemente queráis quedaros a ver el resto del análisis. En cualquier caso, vamos a hablaros de Highrise City.

Construye ciudades a lo grande

Uno de los puntos fuertes de juegos como Sim City o Cities Skylines era la capacidad para crear siempre una gran ciudad. Esto requería cientos de pequeños pasos, expansiones y cambios a larga escala para ir reestructurando lo que sería finalmente tu gran urbe. En Highrise City ocurre exactamente igual: comenzaremos con un terreno carente de construcciones e iremos poco a poco desarrollando nuestro proyecto de ciudad.

La primera diferencia, quizás, es la necesidad de usar recursos básicos para la mayoría de nuestras construcciones. Para crear carreteras, por ejemplo, no nos hará falta más que pagar con el dinero de nuestro bolsillo (digital, claro). En cambio, las primeras casas ya solicitan tablones de madera, lo que significa que no podremos expandirnos con libertad sin empezar a crear todos los servicios necesarios para ello. Esto lo explicaremos más adelante.

Nuestra expansión estará limitada a nuestro primer terreno, pero a medida que vayamos completando las metas que nos solicitan (normalmente son un numero concreto de un tipo de habitantes), iremos desbloqueando nuevos edificios, servicios y finalmente, terrenos del mapa global para expandirnos más aún.

En otros juegos, los edificios se dividen en las categorías de: hogares, comercios/oficinas, industria y finalmente los servicios. En algunos, incluso tendremos la ya conocida paleta de colores con la que marcar el terreno para la expansión de esos edificios (verde para casas, azul para oficinas y amarillo/ocre para la industria). Aquí la industria no tiene su paleta de colores, porque nosotros elegimos como y que hacer. Es el punto fuerte del juego.

Los recursos y su gestión en Highrise City

Empezaremos con poco, algo de madera y tejido de aislamiento además de nuestro ya conocido (y muy necesario) dinero. Por suerte, los edificios más básicos solo requieren de madera y (en ocasiones), el aislante ya mencionado, aunque tardaremos muy poco en quedarnos sin ello. ¿Como se gestiona todo esto?

Pues bien, como si de un Transport Tycoon o Industry Giant se tratase, el mapa tiene lugares donde explotar ciertos recursos. Por supuesto, no todos son obvios: la madera se puede ver por los bosques sobre el terreno, pero los depósitos subterráneos de hierro o arcilla no, por lo que no podremos gestionarlos a simple vista, especialmente al inicio.

La mayoría de recursos básicos sirven para algo más posteriormente, permitiéndonos así ir creando una industria encadenada que nos de lo suficiente para que nuestros habitantes estén contentos y pudieran ir mejorando sus hogares (felicidad + recursos = mucha gente = mucho dinero). Los servicios los contaremos como recursos también, dada su utilidad y el uso: el agua y la electricidad generada tiene una cantidad concreta que repartiremos por la ciudad en base a las subestaciones eléctricas y las tuberías. Por otro lado, la basura, los bomberos o la policía cubrirán una amplia zona (en base a cuanto queramos invertir en ellos) y tendrán un numero fijo de vehículos que dan uso a la vez.

El transporte juega un papel crucial en Highrise City, porque los recursos no se teletransportan ni materializaran por arte de magia en nuestros almacenes. Requerirán del uso empresas de transporte y lugares donde guardarlos de forma activa. Vamos, todo un berenjenal como te descuides.

Apartado artístico y rendimiento de Highrise City

Si bien el apartado visual cumple medianamente con lo que el juego ofrece, nos hemos encontrado situaciones en las que el juego nos puede sacar un poco del contexto… pero nada que no ocurra en otros juegos del mismo estilo (si Cities Skylines, hablamos de ti). Por otro lado, agradecemos mucho el poder personalizar añadiendo decoraciones y efectos a la mayoría de edificios. Nosotros por ejemplo hemos añadido una bici a nuestro muelle, y un par de efectos de humo en algunos puntos de la ciudad.

Añadir que no supone un consumo elevado en un pc potente, lo cual es de agradecer (aunque también de esperar). En cuanto a su apartado sonoro, no sorprende, es lo habitual en este tipo de juegos: relajada, tranquila y que podrías escuchar durante horas sin darte cuenta porque no es lo importante.

Hemos visto algunos bugs visuales como crear un puente y que un barco de mercancías gigantesco se lo pase por el for… lo ignore completamente como si no existiera, dejándonos una captura muy simpática y que no entorpece en nada su funcionamiento.

Mapas, dificultad y soporte para mods

En cuanto a sus opciones jugables, dispondremos de distintos tipos de mapas (que ya de por si cuentan con sus propios puntos fuertes y débiles) y distintas dificultades. Estas van desde menos dinero inicial y recursos (sobre la dificultad) a mapas con distintas carencias o menor superficie edificable en general. Esto ultimo nos obliga a replantearnos una mejor estrategia de expansión, pues cada metro empieza a contar.

Además, Highrise City cuenta con un escueto workshop de mods donde tendremos algunos mapas y opciones visuales para adornar la ciudad (y que posiblemente vayan expandiéndose con el tiempo). Os dejamos su enlace a Steam, porque no hay mejor forma para amenizar la espera del siguiente gran city builder que entretenerse con algo del género.