Icono del sitio Comuesp

No Sun to Worship – Análisis

Hay ocasiones en las que los desarrolladores tienen bien claro su proyecto, a que apuntan y que esperan conseguir de ello. Antonio Freyre, desarrollador principal de No Sun to Worship nos ha dado la posibilidad de echarle el guante a su juego. Uno al que el mismo se refiere como “un juego corto y minimalista de acción y sigilo sobre la importancia del arte”.

Es cierto que es un juego corto, esto os lo avisamos desde este mismo instante para que no sorprenda a nadie. Pero ya sabéis lo que se dice: lo breve si bueno dos veces bueno.

Minimalista y ligeramente nostálgico de No Sun to Worship

Uno de los puntos fuertes del juego es precisamente su apartado minimalista a nivel general: unos gráficos sencillos pero efectivos, una jugabilidad que funciona de forma correcta para lo que el juego necesita, y una duración escueta pero divertida.

No Sun to Worship traerá recuerdos a los que crecimos jugando al primer Splinter Cell, o juegos de acción y sigilo como Metal Gear Solid. Desde los medidores de sonido y visibilidad, hasta los enemigos que aguantan más que nosotros y deberemos deshacernos de ellos con cuidado. Todos sus mapas tendrán el mismo objetivo: eliminar una serie de “reclusos” y sobrevivir al salir.

Apartado gráfico y sonoro

Gráficamente estamos ante un título sencillo y simple, con un diseño de niveles clásicos y unos efectos que hacen honor a la palabra minimalista. Con una paleta de color oscura y cierto toque futurista, nuestro personaje se enfrentará a enemigos sin rostro (y algunos con casco acorazado) que perpetuará esa sensación de futuro desolador y sin esperanza.

En cuanto al diseño de las armas, de los trajes y en general de los enemigos, claramente estamos con un estilo ligeramente cyberpunk de mundo devastado. Podemos hacernos una idea en base a los escenarios que visitamos en las distintas misiones (un total de seis escenarios).

La jugabilidad y su duración

Si conocéis la primera entrega de Splinter Cell, os hacéis una idea sencilla de su funcionamiento jugable. Tendremos distintas velocidades de movimiento con las que acercarnos a nuestros enemigos o ser cuidadosos. Esto generará ruido, no solo en base a la velocidad (que controlaremos mediante la rueda del ratón), sino también en base a la superficie que pisamos. El agua o las plataformas metálicas tendrán más ruido que la tierra o el suelo más firme.

Por otro lado, la visibilidad variará en base a la luz del lugar en el que estemos y si estamos de pie o agachados. Jugar con la visibilidad es una forma inteligente de romper las patrullas de los enemigos, haciendo que vayan a revisar un posible enemigo (nuestra posición) y pillándolos despistados.

El factor sigilo juega un papel muy importante, pues no tendremos mucha munición y los enemigos son más y algunos acorazados, siendo difíciles de matar con munición. Los escenarios, aun siendo simples, nos pondrá situaciones en las que pensar rápido o hacer un tiroteo fortuito podría ser la salvación de un momento abogado al fracaso.

Quizás lo peor de todo es su duración. No Sun to Worship tiene una duración aproximada de 2 horas si nos pasamos cada escenario en sus dos dificultades, y si no tenemos que repetir los mapas demasiadas veces. Nos hubiera gustado ver un poco más, algún escenario que juegue con las alturas como el de la prisión y la mina más. Nos ha sabido a poco, aunque el creador ya lo avisa en su página de Steam.

Los enemigos y las armas de No Sun to Worship

Nuestras principales (y únicas) herramientas con las que cumplir nuestros objetivos, serán una valiosa pistola silenciada (con 5 balas) y un rifle de asalto. La primera nos permitirá matar a enemigos de un tiro en la cabeza sin alertar a nadie, mientras que el rifle será la única opción para enfrentarnos a los blindados una vez nos hayan descubierto.

No tenemos una gran variedad de enemigos, un soldado básico encapuchado que poblará la mayoría de zonas de cada escenario, un blindado inmune a los tiros en la cabeza y que nos costará mucho acabar con el. Además, habrá cámaras de seguridad que tendremos que esquivar (aunque podremos romper) para evitar alertar a los guardias.

No Sun to Worship: Un juego minimalista y corto pero divertido que nos traerá recuerdos de juegos como Metal Gear Solid y Splinter Cell. Gráficos sencillos, juego divertido, y un indie hecho con cariño. ¿Que más se puede pedir? Ramón Cabilla “DaRKKoNNaN”

6.5
von 10
2023-09-15T16:00:00+0200
Salir de la versión móvil