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Return to Monkey Island – Jugando con la nostalgia – Análisis

Monkey Island

¡Ahoy grumetillos! Hoy vamos a analizar Return to Monkey Island, juego rodeado de un poderoso aura de nostalgia, así como también de polémica por su apartado estético. Publicado el pasado mes de septiembre, finalmente en Comuesp lo hemos podido probar a fondo, exprimiendo todo lo posible el, por ahora, último trabajo de Ron Gilbert y Dave Grossman a través de su estudio Terrible Toybox y en colaboración con Devolver Digital.

Volvamos a la isla de Mêlée acompañando a nuestro torpe y carismático pirata favorito en la búsqueda (por fín) del secreto de Monkey Island, mientras nos reencontramos con viejas y queridas caras conocidas, a la vez que conoceremos muchas otras caras nuevas.

Llenad vuestras jarras de Grog, seguid leyendo nuestro análisis y quien sabe si al final sabréis cual es el verdadero secreto de Monkey Island. ¡AAARRRRRRRR!

Tendremos un diario en el que poder repasar los sucesos de títulos anteriores

¿Te acuerdas de por dónde íbamos?

Aquellos que rozan el medio siglo o lo sobrepasan, vivieron a finales de los años ochenta y principio de los años noventa la época dorada de las aventuras gráficas, o como se les conoce desde hace unos años “Point&Click“, siendo SIERRA y LucasArts las compañías que sobresalían  en este apartado con productos de altísima calidad tanto a nivel narrativo como visual la mayoría de las veces.

En aquellos años, legendarios títulos como Loom, Maniac Mansion o Indiana Jones y la última cruzada compartían no sólo buenas críticas, éxito y compañía madre (LucasArts). También tenían en común el haber sido creados bajo el mismo motor gráfico: Scumm. Pero esa es otra historia.

La historia que nos interesa llega en el año 1990 junto al que es el quinto título del sello LucasArt, con un veinteañero Ron Gilbert a la cabeza y junto a otros cinco genios de edades similares, que gestarían la inteligente y divertida sátira conocida como The Secret of Monkey Island, siendo este uno de los videojuegos más aclamados de todos los tiempos.

Al año siguiente llegaría su primera secuela Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge y unos años después las dos siguientes secuelas, que se verían acompañadas de varias ediciones especiales con diferentes rediseños (no exentos de polémica) y en 2009 Telltale Games junto a LucasArts sacarían Tales of Monkey Island, una aventura gráfica bastante querida entre los fans de Monkey Island

En 2011 se sacaría la última edición especial a modo de colección, y no ha sido hasta ahora en 2022, tras la buena acogida que tuvo Thimbleweed Park también creado por Ron Gilbert, que la saga ha recibido un nuevo capítulo que continuase con las aventuras de Guybrush Threepwood y sus amigos.

Dispondremos de dos dificultades para afrontar nuestra aventura, aunque en ambas tendremos ayudas, muchas ayudas

El pirata cuentacuentos

Si sois conocedores de la saga, sabréis lo mucho que le gusta al bueno de Guybrush contar sus aventuras una y otra vez de mil formas diferentes y en este caso no iba a ser una excepción, aunque finalmente nos contará el verdadero secreto de Monkey Island.

En esta ocasión Return to Monkey Island se ubica, más o menos, tras los hechos ocurridos al final de Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge, donde tras una introducción que nos servirá como útil tutorial para encarar la aventura de nuestro protagonista, que además nos servirá para hacernos varios logros muy sencillos y ver las nuevas características de un título que en parte perderá el concepto de “Point&Click“.

Acompañados por Chukie y Dee, el pequeño vástago Threepwood pronto dará con su padre al que le contará como a su manera han recreado sus aventuras, a lo que su padre le “recrimina” el que se inventen la mayoría de cosas, algo que sirve como excusa de cara a ciertas licencias narrativas o humorísticas que se ha tomado en cada título de la saga.

Es entonces cuando el pequeño le recuerda a su padre que nunca ha contado realmente cual era el secreto de Monkey Island y ahí será cuando a través de las palabras de Guy regresamos a Mêlée y realmente comienza nuestra búsqueda, recorriendo años después de nuestra primera aventura muchos lugares conocidos y otros nuevos, cruzandonos con amigos, enemigos y mucha nostalgia en el caso de los jugadores más veteranos.

¿Seremos capaces de dar con el secreto?

La sensación de “Deja vu” no nos abandonará en ningún momento si hemos jugado los títulos anteriores

Que típico. Piensas como una vaca

Aunque para muchos ha sido como devolverles a la adolescencia o niñez haciéndoles creer que este título es una secuela, no debemos dejar de ver a Return to Monkey Island como un Remake encubierto con alta dosis de nostalgia y un poco de crisis de los cincuenta por parte de Ron Gilbert.

Pero antes de sacar conclusiones, hablemos de la jugabilidad, la cual ha sido readaptada a los tiempos actuales, haciendo que resulte más práctico de jugar con gamepad que con teclado y ratón.

La caja con los textos de acción que vimos en los juegos originales e incluso en Thimbleweed Park, desaparecen completamente y se basa todo en un sistema de doble clic para movernos por las pantallas y las acciones que nos darán masticadas y donde el factor “ensayo/error” desaparece casi por completo a excepción de probar los objetos de nuestro inventario con forma de saco, en personas o cosas para lograr alguna acción.

Todo es excesivamente intuitivo y lineal, no dejando al jugador explorar libremente y errar en las posibles acciones que se apliquen, haciendo en este caso que muchos posibles chistes y bromas similares a las que se hicieron antaño en base a esa posibilidad, no se puedan dar ahora. Es más, en el caso de PC, con presionar simplemente la tecla de tabulador, se nos mostrarán en pantalla todos los objetos y personas con los que podemos interactuar.

Vamos, un paseo.

Los duelos de insultos estarán de vuelta…más o menos

El sucio factor de jugar con la nostalgia

Y es que hasta una vaca hubiera parido mejores diálogos sin caer en tópicos o tratar de repetir situaciones y chistes sin gracia, muchos de ellos de forma forzada y buscando ahondar más en el recuerdo de los viejos jugadores de la saga que en hacer en si una buena y divertida historia que aportase algo a la franquicia y no solamente con el “lore“.

Está claro que todo lo que viene del pasado es usado de una forma grotesca tratando de tocar la fibra sensible del personal, mientras que lo nuevo, tanto personajes como escenarios, no aportan realmente nada más que ser un débil eslabón por el que pasar y así poder seguir en nuestra aventura.

Salvo un par de excepciones, los nuevos personajes no resultan nada relevantes ni divertidos. Y es justo ahí donde se nota el desgaste de Ron Gilbert, que ni apoyado en Dave Grossman, son capaces de ofrecer una buena historia ni personajes.

Tan solo repiten y se regodean en gloriosos tiempos pasados pero con una enorme falta de chispa, sátira y comedia.

Algo salvable, es el Trivial que incorpora el juego y que tendremos que ir buscando las preguntas a lo largo de los escenarios para añadirlas a nuestro álbum, y luego acertar con la respuesta.

Si te digo aparta, es…a…parta!!

Apartado Técnico

Lo primero de todo y que no podemos pasar por alto, es su criticada estética, la cual si te centras en la historia, puedes llegar a olvidar en algún momento, pero más de una vez hará añorar los diseños originales en pixel-art o ilustraciones de alguna edición especial.

Hay quien dice que la estética cobra mucho más sentido en movimiento y en base a la historia, pero ya os adelantamos que en absoluto es así. Hay momentos en los que incluso parece una broma de mal gusto y más si te fijas en la nariz de Guybrush Threepwood.

Respecto al apartado sonoro cumple de sobra con su función. Tanto las míticas melodías y tema principal están presentes, siendo de lo más notable, al igual que los sonidos y efectos que no desentonan en absoluto.

Las voces están en inglés y salvo alguna que pueda aparentemente chirriar, podemos decir que los actores de voz hicieron un trabajo sobresaliente. Una lástima que no se cuente con algunas de las voces originales y claro está, que el juego no esté doblado al castellano.

Si. Tú que estás leyendo esto, también eres una reina.

Conclusiones

Quizás sea la primera crítica poco favorable que estéis leyendo de Return to Monkey Island, pero os podemos asegurar que hemos dejado el factor nostalgia aparcado a la hora de realizar este análisis, pese a pasar de los cuarenta y haber jugado siendo unos niños a los primeros títulos.

Lamentablemente Ron Gilbert ha decidido hacer de Monkey Island su atracción particular en la que espera que lleguen otros adultos jugando a ser niños o más bien piratas y quieran jugar con él, pero con unos juguetes que debería haber dejado en manos de otros o simplemente haberlos guardado y no estirar el chicle y maltratar la saga con la excusa de un “Macguffin

Nada queda de sátira y menos de divertido en un título que el mismo Gilbert llega a justificar casi como causa de una crisis de mediana edad.

Nosotros mientras tanto hemos sacado algo muy positivo de este título. Las ganas de volver a jugar los clásicos.

Return to Monkey Island: Volvamos a la isla de Mêlée acompañando a nuestro torpe y carismático pirata favorito en la búsqueda (por fín) del secreto de Monkey Island, mientras nos reencontramos con viejas y queridas caras. Jose Aguirre “Joshkerr”

6.5
von 10
2022-10-05T10:00:06+0200
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