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Starfield – Análisis

Tras muchas horas de juego, y muchos meses de intensa espera para hacernos con el, desde Comuesp os traemos el análisis de Starfield. ¿Habrá merecido la pena la espera? ¿Está el juego a la altura de las expectativas? Os lo contamos aquí mismo.

Starfield es la nueva ip de Bethesda, apuntando a crear todo un nuevo universo (realmente no, pues es el nuestro). No solo lleva en el horno los últimos años, sino que se planteaba (aunque no fuera posible por las limitaciones técnicas) desde hace más de 25 años. Podemos entenderlo una vez nos metemos de lleno en el juego, eso seguro.

Además, podemos ver que la calidad del producto final es bastante buena, casi sin bugs y con una experiencia solidad de inicio a fin (nosotros nos hemos pasado el juego en las primeras 35h y hemos entrado de lleno en el New Game+). Posiblemente gracias a Microsoft, que se ha preocupado de que su buque insignia para esta generación salga lo mejor posible.

Vamos a hablar de todo lo que nos ha ofrecido el juego, sus puntos fuertes y sus puntos débiles de cara al lanzamiento y previo al parche día 1 (del que no sabemos que cambiará).

Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para Starfield

Broma aparte, aunque bien encajada por el concepto espacial, Starfield tiene una historia y un trasfondo impresionante, que nos atrapará de lleno (si bien no al inicio del juego). Una de las diferencias más sustanciales con sus anteriores trabajos es que su inicio es… lento. Al juego le cuesta arrancar bien, mientras te introduce distintas mecánicas como el manejo de las naves, sus modificaciones, los compañeros o la creación de puestos en los distintos planetas.

Nuestro primer compañero (y útil en la nave).

Pero una vez tengas suficiente espacio (valga la redundancia), y hayas reunido a los miembros de constelación, el juego te atrapa para no soltarte. Te costará alejarte de la misión principal para explorar mundos o realizar actividades y misiones secundarias, porque necesitarás saber que ocurre, de que va la historia y porque ocurre todo como va pasando poco a poco.

Y durante todo el juego estarás acompañado de una banda sonora impecable, que no decae en ningún momento y nos deja situaciones épicas aquí y allá. En ese aspecto el juego lo hace muy bien. Tendremos además algunas misiones secundarias que se salen de las típicas de recadero o limpiador de basura (¡hablamos de vosotros, piratas espaciales!), completas y llenas de trasfondo e historia, como la que ocurre con “La Mantis” y de la que no os desvelaremos nada. Porque son cosas que hay que vivir y experimentar por uno mismo.

Y la recompensa de esa misión es algo más que un traje chulisimo…

Un juego con algunos baches

Vamos a comenzar hablando de que pie cojea este título y que posiblemente pueda llevar a algún error por culpa (o gracias a) las comparaciones. Starfield es un rpg de acción enfocado en una historia sobre la exploración espacial. Esto es verdad, y es así tal cual. Podremos explorar una cantidad absurda de planetas, podremos viajar con nuestra nave entre sistemas solares (mediante pantallas de carga, eso si) y luchar contra flotas enemigas. Pero el juego no te indicaba, antes de que pudiéramos echarle el guante, donde estaban esas limitaciones de una forma clara.

Si, ahí esta Madrid. Todo es Madrid realmente.

Podremos explorar, si, pero cada zona de aterrizaje tiene un limite (uno bastante grande, eso si) del que no podremos pasar sin cargar una nueva zona. Esto lógicamente no es un problema, y tiene sentido por las limitaciones existentes de hardware y software, especialmente para mantener el rendimiento estable a 60 fps. Las primeras horas pasaremos una larga cantidad de tiempo corriendo, huyendo de fauna salvaje o buscando recursos que escanear (y llevarnos con nuestro láser minero), pero tendremos que pasar por múltiples pantallas de carga. La primera al montarnos en la nave, la segunda al salir del planeta y cargar otro del mismo sistema, o una tercera si es un sistema diferente.

¿Es todo esto un problema gordo que lastre el disfrute del juego? No lo creemos, pero la campaña de marketing y las incesantes preguntas a los responsables del juego nos ha llevado a pensar que sí habría una mayor libertad de la que tenemos. Una vez pasado ese pequeño golpe de realidad, el juego es increíble, así que hablemos de todo lo que nos ofrece.

¿Razones por las que brilla Starfield?

Pues la primera es su historia principal, ligada completamente al modo “New Game+” y del que no os podremos decir mucho para no reventaros nada. Pero os aseguramos que, al menos a nuestro parecer, es de las mejores (si no la mejor) que ha hecho Bethesda hasta la fecha. No porque tenga grandes giros argumentales, ni porque tenga una complejidad absoluta. Lo es porque todo encaja a la perfección, con cierta suavidad y el grado adecuado de aventuras y revelaciones sorprendentes.

Algunas de sus misiones son increíbles.

Algo que acompaña a su jugabilidad, son sus armas a distancia y como estas reaccionan en tus manos. La gran variedad que tenemos, la mayoría con su correspondiente munición, y las modificaciones que podemos añadirle las hacen atractivas y divertidas. Eso mezclado a la mochila propulsora nos da momentos increíbles. Los combates espaciales son una forma muy táctica de enfrentarte, la mayoría de las veces, con enemigos que te superan en números. Pero cuando ganas, y especialmente puedes abordar la nave enemiga, se convierte en un combate en un entorno cerrado donde Rorschach diría: yo no estoy encerrado con vosotros, vosotros estáis encerrados conmigo.

Esa base espacista no sabe la que le espera…

Y la banda sonora acompaña perfectamente los escenarios que en ocasiones nos encontramos y nos hacen disfrutar de las vistas, imaginando como podría ser la exploración espacial en un futuro no tan lejano. Ciertamente es lo mejor que tiene el juego, acompañado de la formula que Bethesda ha ido mejorando en los últimos años: mundo abierto, muchas cosas por hacer y recoger, cientos de horas invertidas sin darte cuenta.

Ya hay cientos de mods para Starfield y el juego aún no se ha lanzado globalmente

Aunque no forme parte del juego, no podemos valorar uno como Skyrim, Fallout y ahora Starfield sin valorar a su comunidad modder y lo mucho que esta aporta al juego. Es cierto que hemos realizado nuestro run completo (de 35h y más posteriormente) sin usar ni un solo mod (para disfrutar especialmente de la experiencia original del juego), pero ya disponemos de cientos de ellos al alcance de la mano.

Para esto hay un meme muy bueno y tengo 0 dudas sobre ello.

Desde el que incluye DLSS para el juego (que no está incluido de base, solo su opción de AMD) hasta los que modifican la interfaz o añaden objetos nuevos, todos prácticamente con un click y sin que el juego haya salido completamente. ¿Que nos podemos encontrar dentro de un año? Hasta han quitado el límite que tiene la zona de aterrizaje o la cantidad de veces que puedes mantener una zona en un planeta. Es posible que disfrutemos de cosas increíbles en los próximos meses.

Sus múltiples sistemas de juego

Lo cierto es que normalmente, los juegos que intentan abarcar múltiples sistemas de juego, como pueden ser subidas de nivel, inventario, estrategia, gestión y otros tantos sistemas suelen fallar por esa norma del que mucho abarca poco aprieta. Starfield no sufre (casi) de eso, haciendo que la mayoría sea disfrutable.

La creación de naves y su modificación es algo liosa pero funcional cuando se entiende bien.

Un juego donde la exploración puede volverse tediosa en algún punto pasadas las… 50 o 60 horas, pero algo que solo alguien que busca tener el 100% de todo buscará al completo. Esa exploración completa es totalmente opcional, pero sin pensarlo como algo a larga escala, es entretenida y hasta relajante. Recolectar recursos, perseguir (¿exterminar?) la fauna del planeta y reconocer la mayoría de la flora da más beneficios que problemas. Junto a la creación de bases (una versión mejorada del sistema que pudimos ver en Fallout 4 y Fallout 76), visitar planetas es una experiencia completa.

Esto es lo más parecido a un “bug” que hemos encontrado en las primeras 20 horas de juego.

En cuanto a la nave, sus modificaciones pueden parecer liosas al inicio, y hasta un poco “molestas”. En cuanto empiezas a ver como funciona realmente, sus posibilidades y que la mayoría modifica realmente la nave, hace que montarlas a tu gusto y prepararlas tenga más sentido aún.

El combate es decente, su parte de “shooter” es mucho mejor que la parte cuerpo a cuerpo donde no parece que se haya innovado desde Oblivion (y no nos vamos más atrás porque no es necesario), pero aun así no contrarresta en nada a la experiencia global. Y una de los mejores añadidos es su sistema de talentos, que te obligan a superar sus desafíos para poder seguir subiéndolos de nivel.

Una recomendación y una petición

Antes de llegar a la conclusión y poner una nota final, nos gustaría compartir algo con los lectores. Si, el juego tiene todo un componente del que no hemos podido hablar (lógicamente) y se descubre según avanzas en la historia. Es normal que en estos juegos, el impulso sea el de agarrar hasta los tornillos que sujetan las puertas, pero no es necesario. Especialmente no en el primer viaje, en la primera experiencia.

Con como está preparado el sistema de New Game+ (ligado a la historia, no os diremos nada más), es mejor dejar todo eso para más adelante. Asentarte a gran escala, montar tu nave de ensueño o subir los 300 niveles que hacen falta para completar todo el árbol de talentos. Recomendamos hacer ese primer viaje con calma y disfrutar de la historia, y luego disfrutar en gran medida del inmenso juego que tenemos entre manos.

¡Dime que no está detrás de mi!

La petición, por otro lado, es que dejemos de lado la absurda guerra de consolas que existe a diario para molestar y envenenar la experiencia de miles de usuarios cada día.

No puede ser que veamos gente decir que van a votar negativamente por un juego que no van a comprar porque está en la consola rival. O que algunos impresentables decidan “destripar” el juego para joder la experiencia de otra persona. Que algunos busquen incordiar y molestar en vez de disfrutar de obras como esta. ¿No queréis disfrutar de un juego que está en otra consola? Pues no lo hagáis, pero no intentéis destruir las ganas y la ilusión del que está a vuestro lado. Juega y deja jugar.

Starfield: Sinceramente, esta nueva IP de Bethesda no solo ha demostrado que siguen haciendo juegos increibles que te pueden enganchar durante cientos de horas. Ha demostrado que Microsoft ha tenido una buena toma de decisiones al retrasar su lanzamiento (del año pasado a este) para mejorar completamente la experiencia final. Un juego que tiene una banda sonora increíble, unos gráficos relativamente modernos y buenos (a excepción de alguna cara suelta) y una historia más que decente. Algo enturbiada por la guerra de consolas, las filtraciones y el no haber sido 100% claro con lo que nos iban a vender, pero que pasadas las primeras 10 horas de juego, te olvidas y disfrutas como aquel crio que encendió por primera vez su PS3 o Xbox 360 y disfrutó de Skyrim. Ramón Cabilla “DaRKKoNNaN”

8.5
von 10
2023-09-05T23:10:49+0200
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