Tomando como inspiración las historias de cultos, sectas y terror psicodélico de los años setenta, Brass Token y Prime Matter nos presentan The Chant, donde se nos llevará por un viaje espiritual desde otro prisma en el que nos tocará lidiar con fantasmas del pasado y sentimientos de culpabilidad; este es su análisis.
De aquel pasado, este presente
The Chant nos hace viajar hasta principios de los años setenta en la remota Isla de Glory, donde se está celebrando un ritual un tanto extraño con fines oscuros por lo que parece ser una secta y con un fatídico final para las personas que lo están realizando.
Después se nos presenta a nuestra protagonista Jess, que pronto veremos cómo sufre alucinaciones generadas por un trauma de su pasado, del cual iremos descubriendo cosas según avanzamos en la historia y tanto ella como nosotros lo veamos desde otro…prisma.
Todo esto la llevará a tomar la decisión, por consejo de su amiga Kim, a que vaya con ella a un retiro espiritual a la misma isla donde cincuenta años antes había realizado una secta el fatídico ritual que se nos mostraba al principio del juego.
¿Que podría salir mal?
Adentrándonos en la penumbra
Aparentemente nada, pues al llegar y ser recibida por su amiga, ve como aquel lugar emana paz y tranquilidad en cada rincón y las personas que están allí, le dan un cálido recibimiento haciéndola sentir acogida.
Es entonces cuando al comenzar a conocer a los integrantes del retiro espiritual, podemos empezar a movernos “libremente” por la isla y aprovechar para recoger plantas, rollos de películas y otros objetos con los que interactuar y también ir combinando para crear otros.
Mientras avanzamos en el tutorial, nos van explicando la importancia del prisma azul que nos han dado y otras revelaciones, la historia avanza rápidamente volviendo a revivir un ritual que lamentablemente es fallido también, pero en esta ocasión estamos nosotros para arreglar tal desaguisado.
Viendo como la mayoría de miembros han salido asustados del momento vivido y que nadie mueve un dedo por hacer nada, nos toca movernos por las zonas principales buscando a una de las personas que más afectadas se vio.
Es entonces cuando nos damos cuenta que la penumbra está haciendo acto de presencia y con ella, algunos miembros resucitados de la antigua secta que hacía rituales, así como entes y extraños seres que nos acecharán sin dudarlo al traspasar de la realidad a la penumbra.
Controlando mente, cuerpo y alma
Estos tres factores hacen las veces de vida, fuerza y maná, teniendo que controlar mucho y sobre todo al principio, que nuestra mente no caiga en el mayor de los pánicos o no podremos hacer nada más que huir con Jess a cualquier lugar donde haya un poco de luz para recuperar algo de cordura meditando.
Pero es a base de plantas (Lavanda, Jengibre, entre otras) que mezclaremos entre sí, que podremos ir recuperando todo y gracias a las investigaciones que haremos a base de rollos de película, documentos, fotos y cartas que tendremos que leer por ambos lados, que aumentarán las barras de mente, cuerpo y alma junto a otros objetos.
Todo ello gracias a un sencillo y práctico árbol de habilidades que nos llevará por diferentes caminos en nuestro ser y revelando características clave y mejoras en Jess, junto a los prismas que iremos obteniendo.
Porque si, los prismas jugarán un papel fundamental a la hora de obtener unos poderes sobrenaturales muy poderosos que nos ayudarán a la hora de enfrentarnos a los diferentes seres y enemigos finales que nos encontraremos a lo largo de nuestro camino.
Y vaya si vamos a necesitar esos poderes sobrenaturales, porque no nos pondrán las cosas nada fáciles en el prisma de la penumbra.
Que no te entre el pánico
Porque los puzles de The Chant son sencillos aunque a veces se alargan demasiado y la toma de decisiones no te da mucho tiempo a elegir entre las tres opciones que te llevarán, dependiendo de lo que vayas escogiendo a la hora de responder, a uno de sus tres posibles finales.
Nosotros, como no, terminamos con el más desalentador de todos, pero eso nos hace querer volver a jugar al título y ver como no solo podemos afrontar desde otro prisma todo, si no también probar otras posibilidades con nuestro personaje y terminar de conseguir algunos secretos.
La buena jugabilidad y control que tiene el juego hace que apetezca jugarlo nuevamente, sumado todo ello a su historia que no decae en ningún momento y te tiene en una constante tensión queriendo saber qué sucedió y está sucediendo en la Isla de Glory.
Por suerte no hay “jumpscare” alguno, quitando algunas situaciones angustiosas o desagradables, pero sin llegar a rozar lo grotesco.
The Chant sabe jugar con la angustia, el malestar por momentos y todo gracias a su ambientación y su música.
Apartado técnico en The Chant
Si hubiera que buscar una frase para definirlo, sería la de soberbio en conjunto. Ha resultado muy agradable jugar The Chant y sobre todo viendo el mimo y cuidado que le han puesto sus creadores.
La isla te da una sensación de angustia a cada paso con los edificios que así como al principio y de día resultan acogedores junto al paisaje, de noche y con la iluminación en base a la zona de penumbra en la que estemos, juega con nuestra mente de una manera muy bien conseguida.
La música merecería un análisis ella sola. Compuesta por Paul Ruskay (conocido por la premiada banda sonora para The Homeworld), logra llevarte de la paz al malestar de una forma única y es algo que aprovecha el juego de forma procedural dependiendo del estado de nuestra protagonista.
Hablando de ella, decir que Jess, así como el resto de personajes están muy bien representados respecto a sus actores originales, pero no llegando a la calidad de juegos como The Quarry. En este caso hay momentos donde lucen muy bien y otros donde no tanto, sobre todo a la hora de forzar expresiones o hablar.
El título viene completamente traducido y doblado al español, tanto de España como de Latam, resultando ambos de una alta calidad y logrando transmitir muy bien la personalidad de cada personaje.
Conclusiones
Podemos decir que estamos ante una muy grata sorpresa post Halloween con un juego que se aleja del susto fácil, el terror facilón y busca jugar con la mente, el peso de la culpabilidad y las “mochilas” con las que cargamos a lo largo de la vida.
Su corta duración puede parecer que lo haga un juego inferior, pero todo lo contrario. Lo hace mucho más ameno.
Siendo su duración de unas ocho o nueve horas las que necesitaremos para terminarlo, y eso tomándolo con tranquilidad, dada su rejugabilidad y junto a sus tres posibles finales, más un logro/trofeo que nos invita a pasarnos The Chant en cuatro horas o menos, hace que se convierta en un título en el que invertir muchas horas.
Los amantes de Alan Wake, Alone in the Dark, Eternal Darkness e incluso un poco Evil Within no deben dejar pasar este maravilloso The Chant.
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The Chant: Los amantes de Alan Wake o Alone in the Dark disfrutarán con The Chant, un soberbio título que jugará con nuestra psique y angustia de una forma psicodélica. Coge tu prisma y adéntrate en la penumbra. – Jose Aguirre “Joshkerr”