No vamos a entrar en spoilers sobre el documental porque preferimos que seáis vosotros quienes disfrutéis de todos y cada uno de los capítulos de los que consta The Making of Karateka, que tras la grata experiencia que fue Atari 50, Digital Eclipse ha decidido crear una serie de documentales bajo el sello Gold Master Series, donde con este esquema de documental interactivo, se nos contará el origen de muchos títulos clásicos, la mayoría provenientes de finales de los 70 y principios de los 80, que sin ellos, como es en este caso con Karateka de Jordan Mechner, no existirían muchas mecánicas, características y como no, otros títulos o famosas sagas de videojuegos.
Porque está claro que si algo tenemos en claro algunos en la redacción de Comuesp que vivimos el nacimiento de los videojuegos y crecimos con ellos, es que no estaríamos donde estamos si no fuera gracias a personas como Jordan Mechner que con 18 años ya tenía claro lo que iba a aportar al mundo de los videojuegos.
Pero The Making of Karateka además de documental también es un recopilatorio de videojuegos, al igual que el citado Atari 50. Así que vamos a tener oportunidad no solo de jugar al clásico título en su versión original, si no que también en distintas versiones y ports que salieron, así como en una versión remasterizada hecha por Digital Eclipse.
Incluso se podrá jugar a otros títulos creados por Mechner previos a Karateka y también una remasterización de uno de ellos. Sin duda, este tipo de títulos hacen las delicias de los amantes de lo retro de forma lúdica como de forma instructiva y de paso abre las puertas para aquellos que desconocen el origen de este sector, mal llamado “mundillo”.
Una familia muy creativa que apoyaba todos sus proyectos
Algo que veréis en el documental es que el padre de Jordan, Francis Mechner, se encargó de componer la banda sonora del juego gracias a su amor por la música y otras artes, aunque lo suyo realmente es la psicología. Pero esta decisión, que se explica en el documental, viene principalmente infundada por la mentalidad de apoyar y dejar que cada uno siga sus pasiones. En este caso, aunque no compartieran la afición de los videojuegos padre e hijo, este último recibió todo el apoyo de su padre.
Y es que Jordan era un auténtico prodigio, un adolescente muy inquieto y con unas ganas de adquirir más conocimientos, que le llevó a dejar un poco de lado sus estudios universitarios en Yale, para centrarse en el desarrollo de los videojuegos y cumplir el sueño de publicar Karateka.
Por el camino se encontró con alguna que otra traba y hasta envuelto en una polémica a gran escala con Atari, algo que se comentó en el documental interactivo de Atari 50 y aquí se explica con más amplitud.
Pero nada de eso evitó que finalmente Jordan lograse su objetivo junto a la editora de juegos Broderbund en 1983.
El cine rotoscópico, Disney, Star Wars y Wagner como fuente de inspiración
Algo en lo que se hace mucho hincapié y con razón, es en el apartado técnico y artístico usado en su momento, el cual se basa en la rotoscopia, algo que parecía tener un tanto “obsesionado” a Jordan y que se convirtió en una especie de “marca de la casa” en futuros títulos. Podríamos decir que incluso la captura de movimiento de hoy día en muchos juegos, se deben gracias a la esta decisión.
Con videos grabados en Super 8, tanto a su maestro de Karate, a su padre y a su hermana, incluso a él mismo (algo que se amplía a lo largo de uno de los capítulos del documental), vemos como se fue dando vida a los personajes, que en algunas notas e incluso los diseños conceptuales más primitivos, beben mucho de personajes como Luke Skywalker, Darth Vader y la Princesa Leia, aunque con variantes que en la mente de Jordan Mechner funcionaban mejor para este juego.
La influencia de Disney viene claramente por la rotoscopia, algo que se mejoró gracias a que en Broderbund había un par de ex-ilustradores Disney que ayudaron al joven a mejorar ciertos aspectos del juego, aunque apenas tuvieron que hacer nada, porque él solo había creado un título único y legendario.
Pero a todo esto hay que sumar la banda sonora del juego, que es casi otro personaje más y que gracias a la creación de Francis Mechner y pese a lo limitado del hardware de aquella época, padre e hijo tuvieron que improvisar una banda sonora que se inspira en una de las obras de Wagner.
Todo esto a día de hoy puede parecernos sencillo de hacer, pero gracias a este documental queda claro que hace 40 años era todo un reto conseguir que música y animaciones fueran de la mano.
Una secuela que nunca llegó pero que trajo otro título legendario
Puede haber muchos debates y con muchos puntos de vista acerca de los videojuegos, pero tenemos que tener claro que sin un ordenador/computadora y los juegos que se crearon antes del boom de las videoconsolas, nada de lo que podemos disfrutar hoy en día hubiera existido o de la forma que se ha conseguido.
Algunos lo tenemos muy claro, pero es conveniente que algunas personas, de todas las edades, vean este documental para entender que sin Asteroids y Choplifter (y algunas otras influencias externas y cinematográficas) no hubiera existido Karateka, sin Karateka no hubiera existido Prince of Persia, sin Prince of Persia no hubieran existido Flashback y otros juegos, la creación de la captura de movimiento para volver a tener movimientos fluidos, ni tampoco se hubieran recuperado o reiniciado sagas como Prince of Persia que ha dado pie a la franquicia Assassin’s Creed y a su vez esta a otras, sin olvidarnos de las mecánicas y características de cada uno de ellos.
En resumen: no debemos olvidarnos de los orígenes para saber en qué punto de la historia estamos y a quien se lo debemos. Y gracias a Digital Eclipse y The Making of Karateka aprendemos eso y muchas otras cosas más.
Conclusiones: No podemos entender el presente sin conocer el pasado y gracias a Digital Eclipse con The Making of Karateka se nos muestra de forma muy instructiva y amena un documental que busca preservar la historia de Karateka y su legado. – Jose Aguirre “Joshkerr”