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Tribe: Primitive Builder – Análisis

Analisis tribe primitive builder

Cuando iniciamos por primera vez Tribe: Primitive Builder nos sentimos así:

¿Alguna vez has tenido el impulso de querer ver p0rno pero sin toda esa molesta gente manteniendo secs0?

Imagina ese fontanero / plomero que entra a arreglar el grifo de una mujer de 40 años sola en casa. Esta lo recibe solamente con una sugerente bata de franela, y mantienen una sinuosa conversación sobre lo sola que se siente al pasar cada mañana sin ver a nadie, encerrada en su jaula de oro, mientras su marido está fuera de casa, trabajando en la oficina hasta la noche, para llegar a casa y dormir hasta el día siguiente.

Tras la conversación, el fontanero / plomero arregla el grifo, le da la factura a la mujer, y se va. Cortinilla de estrellas y créditos. Fin.

Os pongo un ejemplo para que lo entendáis mejor. Debéis verlo entero. Es una serie web de 2008 del director James Gunn.

https://www.youtube.com/watch?v=S4CnngSHEzc

Pues esta es la sensación que evoca Tribe: Primitive Builder al jugarlo. De primeras ves un juego de supervivencia similar a otros del género, claramente inspirado estéticamente en The Forest, pero dejando de lado todo lo que convierte ese juego en un juego de supervivencia.

Si, es un juego en primera persona donde debemos conseguir recursos para sobrevivir. También los recursos los conseguimos interactuando con el terreno, debiendo de esta forma conseguir, por ejemplo, ramas y piedras para construir hachas para poder cortar árboles para poder construir nuestra choza. Por supuesto debemos beber, dormir, cazar y cocinar para comer y así no morir. Pero llegados a ese punto, se terminan todas las similitudes con los juegos de supervivencia.

Una vez hemos comprendido de qué trata el juego, nos percataremos de que estamos ante un juego de gestión. Si, estamos ante la rara mezcla de The Forest y Sim City que pocas personas habrían creído posible.

Gestión en primera persona o cómo dar paseos para asentar a tu carpintero.

Cuando ya hemos podido familiarizarnos con el juego, podremos disfrutar de que no es en absoluto lo que esperábamos. Hemos comprobado que sobrevivir es muy sencillo. Si cortamos árboles, arrancamos plantas o cortamos bambú, estos recursos se regenerarán a los pocos minutos de juego. Solo tendremos necesidad de dormir cada varios días dentro del juego. Nuestra sed la saciaremos bebiendo en el río una vez cada bastante tiempo. Y podremos comer con la comida que nos prepararán nuestros aldeanos, porque aquí es donde entrará la parte divertida.

Una cosa curiosa es que, si “morimos”, despertaremos en nuestra cabaña con todas nuestras estadísticas llenas, y tendremos que ir al punto donde hemos caído a recoger nuestro inventario. Como en la saga Diablo, pero sin enemigos que nos puedan impedir acceder a lo que llevábamos encima al morir.

Vamos a tener que gestionar nuestro asentamiento, dando a nuestros aldeanos tareas para ir realizando en las cabañas que debemos construir. Pescadores en la cabaña de pescadores. Cocineros en la cabaña de cocineros, los cuales cocinarán los pescados que pesquen los pescadores. Repartidores que llevarán los pescados de los pescadores a los cocineros…

Y para conseguir más pobladores, nos tocará preguntar a nuestro observador para que nos diga dónde ha visto hogueras para así encontrar nuevos posibles miembros para nuestra tribu. Porque sí, el susodicho es incapaz de acercarse a esas hogueras y decirle a esas personas que se acerquen al poblado. Simplemente nos lo dice a nosotros. De hecho, esta persona nos dice literalmente que su habilidad es ver lejos. Y no podemos darle otra ocupación al asqueroso.

Nuestros nuevos pobladores nos servirán para asentarlos en los diferentes servicios que necesitemos, y que a su vez nos generarán más necesidades. Esto irá escalando porque nuestra misión principal es escapar de la isla. Oh, disculpad, que no os he explicado el argumento.

Argumento accidentalmente humorístico

Somos un poblador de una tribu que habitaba una isla de, supongo, la Polinesia. Se nos ha dado siempre especialmente bien el construir. Digamos que somos el Calatrava polinesio, pero sin concesiones multimillonarias.

Pero un día se nos ocurrió que la mejor forma de honrar a los dioses era construir un rascacielos de madera (rascacielos polinesio, lo que viene a ser un edificio de tres plantas), y un rayo lo quemó, y con él varios edificios de la tribu. Seguro que pusieron una antena sin toma de tierra en la cima.

La tribu se enfadó mucho con nosotros, y nos desterró a morir en el océano, entre varias islas. Pero como este juego es de humor sin pretenderlo, nos llevan al “océano” existente entre nuestra isla y otra que está a unos, así a ojo, 50 metros. Literalmente se ve una distancia así en la introducción del juego.

Despertamos en la nueva isla, y nos reciben unos pobladores que, en vez de suponer una amenaza y querer comernos (que sería más supervivencia), nos proponen ser su constructor, ya que nos dicen ser el elegido por haber tenido una visión de un barco. Si, un tipo que llega semi-ahogado de otra isla y decides que es el elegido porque te dice que sueña con barcos. En fin.

Gráfica y sonoramente bonito, pero tomando atajos.

He de decir que el juego estéticamente es bonito. Una mezcla entre The Forest con ciertos toques estéticos de From Dust, ya que todos los personajes, incluidos nosotros, llevan unas curiosas máscaras en la cara. Que, dicho sea de paso, es una forma excelente de ahorrar expresiones faciales. No lo reprocho, pero es obvio que ese es el motivo.

En cuanto al apartado sonoro, música de timbales y flautas de pan estarán constantemente presentes en nuestra partida. También notaremos que todos los personajes con los que interactuemos tendrán sus propias conversaciones habladas. Por supuesto, en su idioma inventado. Otra magnífica forma de ahorrar en traducciones y localizaciones. ¿Quién se ha quejado alguna vez del doblaje de Los Sims?

Lógicamente el uso de Unreal Engine 5.1 nos proporciona un entorno muy bonito con preciosos entornos, pero se puede apreciar que hay muchas zonas deliberadamente vacías solamente para ampliar el mapeado del juego y alargarlo artificialmente. Aquí un ejemplo.

Por otro lado, algunas tomas representan bellos paisajes que nos inducirán a seguir jugando para ver cómo podemos llegar a tal o cual sitio tan hermoso.

Conclusiones: Una extraña mezcla de géneros que no deja de ser un "walking simulator" con toques de obligaciones. Descansa aquí, agarra cosas del suelo, ve allí a decirles a tres zarrapastrosos que se unan a tu pueblo… Con pocas pretensiones y bastante sentido del humor, el juego no se toma en serio a si mismo, y sabe perfectamente lo que ofrece. Por el precio tan comedido que tiene, merece la pena darle una oportunidad. Nos dará bastantes horas de pasatiempo. Rundull

7.5
von 10
2023-10-12T19:10:58+0200
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