El mundo tal y como lo conocemos le debe mucho al visionario escritor Jules Verne (conocido como Julio Verne en tierras hispanoparlantes), y es que gracias a ser un adelantado a su tiempo debido a su casi infinita imaginación, el que es considerado fundador de la literatura moderna de ciencia ficción nos trajo unas obras que fueron adaptadas de mil formas, pero es ahora con Verne: The Shape of Fantasy que el estudio español Gametopia y la distribuidora alemana Assemble Entertainment, le rinden un precioso tributo poniéndonos en la misma piel del escritor en un viaje por una realidad alternativa creada a partir de su imaginación.
Y es que el autor que nos ha dado obras mundialmente conocidas como Veinte mil leguas de viaje submarino, Viaje al centro de la Tierra, La vuelta al mundo en ochenta días y otras tantas obras que nos han acompañado a lo largo de la historia, es el epicentro de este título donde se hace un gran homenaje a todas ellas y también a las de otros autores como Edgar Allan Poe o Daniel Defoe, entre otros.
Todo esto es posible gracias a que en Verne: The Shape of Fantasy nos encontramos en Hemera, el universo paralelo creado por Jules Verne donde vamos a descubrir muchos más secretos que solo la legendaria Atlántida, mientras resolvemos puzles, llegamos a lo más profundo del océano, visitamos misteriosas islas y como no, descubrimos cada rincón del mítico Nautilus del Capitán Nemo.
Universos paralelos que podrían haber existido
Algo que está muy de moda en los últimos tiempos y llevado con más o menos éxito, es la posibilidad de los mundos y universos paralelos donde ciertos personajes se encuentran en distintas situaciones, normalmente siendo estas ucronías de los sucesos que vivimos en nuestra realidad.
En muchos títulos lo hemos visto representado, sobre todo con temática de guerras mundiales y otras situaciones distópicas, pero en el caso que nos concierne, Jules Verne es un científico que está a bordo del mítico Nautilus, que junto al capitán Nemo y su valiente tripulación, son perseguidos por El Cuervo y sus acólitos, y todo por un reciente descubrimiento sobre la Atlántida y la poderosa arma conocida como IMAG.
Este artefacto es capaz de detectar fisuras en la realidad y puede realizar “pequeñas reescrituras” en algunos momentos concretos (un rewind que vuelve a su estado anterior las cosas). Momentos que nos vendrán como anillo al dedo para poder continuar en nuestra aventura y descubrir todos los secretos de este universo paralelo que está en la mente del escritor, a veces en modo Quick Time Event.
El poder del espacio-tiempo está en nuestras manos y tenemos que evitar que caiga en las incorrectas, pero… ¿estamos en el bando correcto o tan solo somos unos títeres hasta en esta realidad?
Una amalgama de obras llena de referencias y homenajes
Desde el primer instante que iniciamos Verne: The Shape of Fantasy, aquellos que pudimos leer las obras de Verne, no podemos evitar dibujar una sonrisa en nuestro rostro al encontrarnos todo tipo de referencias a sus libros, encontrando que en mayor medida es Veinte mil leguas de viaje submarino, sobre la que gira todo.
Pero también están presentes obras de otros autores entremezcladas con las suyas, así como referencias a películas que adaptaron cada uno de sus escritos.
Es aquí donde la narrativa, muy cuidada y bien hilada, nos lleva por distintos escenarios que enseguida vamos a reconocer, aunque si no lo hacemos, el mismo juego nos guiará con una referencia al título en cuestión, pero eso no es todo. Además, tenemos el “Verne Log”, que se irá desbloqueando a medida que descubramos ciertos lugares u objetos en los escenarios y que nos llevarán por la vida y obra del autor francés.
Esto, que es realmente instructivo, forma parte del menú donde encontramos las bios de varios personajes que vamos a ir encontrándonos a lo largo de la aventura y también de los coleccionables que vamos a necesitar muchas veces para poder avanzar en los puzles.
La narrativa con puzles como instrumento de enseñanza
Si bien Verne: The Shape of Fantasy incluye una serie de puzles que necesitamos solucionar para poder seguir avanzando, estos no tiene una dificultad muy alta que nos haga invertir tiempo y pérdida de neuronas para poder dar con el resultado correcto. Lo cierto es que a poco que nos fijemos un poco en el entorno o estemos atentos a lo que se nos dice, tenemos el resultado en bandeja, muchas veces regalado.
Esto a quienes sean unos asiduos a las aventuras gráficas o juegos narrativos con puzles, puede parecerles un paseo, por eso pensamos que quizás unos puzles que fueran un poco más exigentes, e incluso llevase a la lectura de algún libro del autor, hubiera mantenido un mejor equilibrio.
Para alguien que no sea muy diestro con los puzles, el juego puede llevarle unas cuatro horas, y eso sin saltarse los diálogos. En el caso de un jugador experto en puzles y que se pase todos los diálogos, incluso encontrando todos los coleccionables, tardaría menos de dos horas en completar el juego.
Y es que el juego realmente, pese a tener una gran historia con distintas opciones de respuesta, un pixel-art de lo más interesante y unos puzles bastante curiosos, termina sabiendo a poco, en parte por su brevedad, aunque ya se sabe que lo bueno si es breve, dos veces bueno.
Apartado técnico
La estética steampunk que siempre acompañó a la mayorías de obras de Verne, en particular al Nautilus del capitán Nemo, están perfectamente representada con un estilo pixel-art bastante detallado y llamativo que luce de una manera increíble hasta el último pixel. Solo en ciertos momentos, algunas partes resultan algo planas y desentonan con el resto de escenarios, pero en conjunto es de una gran calidad.
En lo referente al apartado sonoro, el juego cumple sobradamente con los efectos de sonido y ambientación, pero en lo que realmente sobresale, es en la banda sonora. Esta ha sido perfectamente escogida para llevarnos hasta la época y situaciones que vivimos en el juego con obras como The Planets (Mars), de Gustav Holst o Aria de Bach, entre otras muchas que escuchamos en el juego.
No podemos (ni debemos) olvidarnos de las actuaciones de voz, que también son muy buenas y en algunos casos hasta los acentos de los personajes están representados a la perfección. Lo único que nos hubiera gustado, que siendo un título con sello español, hubiera tenido voces en nuestro idioma, pero entonces recordamos que Blasphemous salió primero con voces en inglés, y entonces se lo perdonamos. Además, el juego viene totalmente traducido al español, así que no es ningún problema.
Conclusiones: Con una narrativa soberbia y un apartado técnico muy cuidado, Verne: The Shape of Fantasy es un grandísimo homenaje al escritor francés. Si hay algo malo es su corta duración y no ser más ambicioso. – Jose Aguirre “Joshkerr”