Octubre finalmente está aquí, y junto a él, la temática del terror vuelve a ganar importancia entre el público general. Para celebrar este mes como se debe, el equipo de Indiesruption nos entrega Vlad Circus: Descend Into Madness, una experiencia de terror psicológico con una historia muy interesante.
Tras el divertido Nine Witches: Family Disruption, el equipo de desarrollo ha dado un giro al género point and click, enfocándose esta vez en la supervivencia y en puzles mucho más complicados.
El resultado final no termina de convencer, pero, a rasgos generales, se trata de una experiencia corta capaz de sacarnos más de un susto.
La tragedia del payaso
La historia de Vlad Circus: Descend Into Madness inicia con un pequeño relato trágico, el incendio de un circo donde murieron cientos de personas. Varios años después del incidente, Oliver Mills y sus antiguos compañeros reciben una invitación para un rencuentro.
Una vez dentro de la mansión, nuestro protagonista se verá cara a cara con sus antiguos compañeros y lentamente se adentrará en el lado más oscuro del circo en el que una vez trabajó.
A medida que exploremos el lugar, cosas extrañas empezarán a suceder y seremos nosotros los encargados de descubrir la verdad detrás del asunto.
Como si el extraño comportamiento de algunos personajes no fuera suficiente, la mente de Oliver se ha visto afectada con el paso de los años y poco a poco revivirá traumas y recuerdos que han permanecido enterrados en su mente durante décadas.
Dicho esto, lo cierto es que Vlad Circus: Descend Into Madness presenta una historia atrapante y con elementos psicológicos muy atractivos para el jugador. De igual forma, sus curiosos personajes cumplen un rol interesante y da gusto conocer el pasado en común con nuestro protagonista.
Respecto a la recta final del título, a pesar de su buena construcción, un final abrupto y predecible le resta puntos a una historia que pudo ser mejor. Sumado a esto, tenemos varios momentos desaprovechados y una historia de fondo que no aporta lo suficiente a los acontecimientos del juego.
Una buena historia de terror toma lugar dentro de una mansión
En lo que respecta a su apartado jugable, Vlad Circus: Descend Into Madness ofrece una experiencia similar a la vista en el anterior título del estudio.
Valiéndonos de un diario que escribe Oliver, poco a poco tendremos que resolver distintas tareas dentro de la mansión y eventualmente, fuera de esta.
Los distintos puzles que esconden estas tareas se complementan entre sí y son muy intuitivos, por lo que no resulta muy complicado avanzar entre tareas para desbloquear nuevas.
Siguiendo con esta lógica, tendremos un inventario limitado, obligándonos a combinar objetos o utilizarlos en lugares concretos para continuar.
Teniendo en cuenta este diseño, llega uno de los mayores problemas del juego, relativo a la forma en la que está estructurado su mapa. A nivel general, el mapa no es muy grande, habiendo espacios dentro y fuera de la mansión que deberemos visitar.
Sin embargo, dentro de la mansión no hay peligro alguno y resolver los puzles es cuestión de ir de un lugar a otro cargando objetos. Debido a esto, el gameplay puede llegar a ser muy tedioso, pues el peligro está únicamente en el exterior.
Este peligro que Vlad Circus: Descend Into Madness nos plantea, se encuentra en enemigos que nos harán perder cordura y cuyos combates son sencillos a más no poder. Mediante el uso de tres armas distintas y patrones de ataque muy predecibles, estos enemigos más que un peligro real, se convierten en un estorbo al desplazarnos entre los lugares.
Música de circo y gráficos de espanto
A nivel artístico, el título cumple con creces, entregando un pixel art vistoso y una ambientación digna de los clásicos del horror. Este estilo no solo brilla a nivel jugable, sino también en algunas cinemáticas y elementos hechos con mayor detalle que suman puntos a la inmersión y nos permiten apreciar en profundidad este estilo.
Asimismo, las pesadillas de Oliver, los juegos con la iluminación y los distintos efectos que acompañan la aventura, dan como resultado un apartado gráfico que contribuye de forma positiva a la narrativa.
Vlad Circus: Descend Into Madness no se queda atrás con su música, pues como el buen juego de terror que es, este apartado favorece a crear una ambientación lúgubre y misteriosa.
Si bien esta banda sonora no contiene una gran variedad de pistas, los temas que incluye cumplen con su prometido y mantendrán nuestra piel de gallina en todo momento.
Ninguna tragedia es tan trágica como los recuerdos de esta
Vlad Circus: Descend Into Madness es un título interesante, atreviéndose a mezclar distintas ideas y con una historia que logra captar nuestra atención desde el primer minuto.
No obstante, hay varios momentos en los que el título no sabe a dónde quiere apuntar y dicha mezcla de ideas termina por afectar al apartado jugable.
Pese a estos errores, la historia que nos aguarda, el carisma de los personajes y su gran ambientación tenebrosa, son motivos suficientes para probarlo.
Explora la historia de Vlad Circus: Descend Into Madness y haz honor a su nombre mientras desciendes en los rincones más oscuros de la mente de Oliver Mills. Resuelve puzles, disfruta de un excelente apartado artístico y conoce la verdadera historia tras aquella tragedia que acabó con la vida de cientos de inocentes.
Un título diferente y muy bien ambientado, perfecto para aquellos en busca de un nuevo título para probar en estas tenebrosas fechas.
Vlad Circus: Descend Into Madness: Una experiencia corta e inmersiva, la cual nos reta a desentrañar un misterio que pondrá a prueba nuestra cordura. Descubre la verdad detrás del misterioso incendio de tu antiguo lugar de trabajo y enfréntate a las peligrosas amenazas que azotan tu mente. – Aaron Marquez “Daarcket”