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W40k: Darktide – Análisis

Warhammer 40.000: Darktide

Fatshark nos trae otro título basado en el universo creado por Games Workshop, titulado esta vez W40k: Darktide, donde tras las buenas críticas y premios recibidos por la saga Vermintide, nos trasladan al despiadado futuro distópico en guerra de Warhammer 40.000. ¿Estáis preparados para imponer con mano de hierro todo el poder inquisidor contra la herejía?

Seguid leyendo entonces que os vamos a explicar cómo de fácil, intenso, y frenéticamente divertido es hacerlo en Warhammer 40.000: Darktide.

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Los virtuosos no temen a nada

Quien a estas alturas no conozca el universo Warhammer y en particular 40k no vamos a tacharle de hereje ni tampoco sacrificarlo por sacrilegio, tan solo le vamos a recomendar asomar la cabeza a este mundillo ya sea a través de sus libros, películas de animación o sus famosas figuras y maquetas, siendo las más conocidas los Space Marines, quienes por cierto, también han tenido juegos propios y con muy buenas críticas.

Pero ahora vamos a dejar de lado a los marines espaciales para ponernos en el pellejo de hasta cuatro clases diferentes de marginados que se unirán a la inquisición para salvar a Tertium de las horrendas garras de hordas, muchas hordas, de grotescos y sanguinarios enemigos que dominados por una fuerza misteriosa y siniestra, tratarán de apoderarse de la ciudad y sumirla en el Caos.

Mientras Tertium cae, los marginados se alzarán.

¿Quien soy? ¡Soy combatiente!

En W40k: Darktide realmente somos carne fresca, una decepción para la inquisición que nos tratará como un despojo humano hasta que logremos, a base de victorias en las misiones que nos asignan, ganarnos su confianza, algo que repercutirá (como no podía ser de otra forma) en recompensas cada vez más poderosas que nos vendrán que ni pintadas a medida que sube la dificultad de dichas misiones.

Pero no somos una carne fresca decepcionante cualquiera, para nada. Al principio del juego tendremos que crear a nuestro agente entre cuatro clases distintas que bien podría definirse como las clásicas ataque, defensa, tanque y apoyo.

Así tendríamos al fuerte y leal pero limitado en inteligencia Ogrete, que haría las veces de tanque; el Psiquinético que obtiene su energía del Inmaterio sería la defensa, mientras que guerrero predicador Zelote tomaría el rol de ataque, para finalmente encontrarnos con el Especialista, soldados al servicio del Emperador de la humanidad que claramente sería la clase apoyo.

Tras decidirnos por una clase (todas al final, dado que tenemos hasta cuatro slots donde crear distintas partidas con cada uno), nos tocará darle origen a nuestro personaje, donde pasaremos por escoger entre variadas opciones su mundo natal, la niñez, madurez, momento definitorio y la sentencia por la que estamos presos al comienzo del juego.

Todo este lore realmente no aporta mucho al final en el juego más allá de ciertas características en nuestro árbol de habilidades, pero deja muy claro el rico lore que tiene el universo en el que se basa.

Pero ya es hora de volver a la acción.

Ya no hacen las hordas como las de antes

Conviértete en la virtud personificada

Y la acción comienza en una prisión de máxima seguridad, donde estando presos y rodeados de sucios herejes, tras un imprevisto tenemos que ponernos a salvo y tendremos la primera toma de contacto con lo que realmente resulta que es W40k: Darktide. Un re-skin de Vermintide 2 con alta dosis de influencia de la saga Left 4 Dead.

Quizás sea muy atrevido decir algo así, pero quien haya jugado los citados títulos encontrará lo mejor, y también lo peor, de todos ellos. Y decimos esto no solo por las calcadas mecánicas o la jugabilidad de la que hace gala este juego, si no también por la forma en la que respecto a Vermintide 2 se nos plantea todo.

Igualmente tendremos partidas de casi una hora de duración por escenarios enormes donde nos iremos encontrando enemigos variados (no mucho la verdad) y distintas hordas que nos harán la vida un poco más complicada (tampoco mucho más a no ser que las misiones superen cierta dificultad de amenaza) mientras cumplimos con ciertas órdenes que nos encomiendan. Así hasta llegar a nuestro transporte de extracción.

Cierto es que hay muchos momentos frenéticos e intensos, pero respecto a Vermintide 2, aquí los mapas son demasiado vacíos donde incluso puedes llegar a perderte. Y más vale que no te separes del grupo y te pierdas, que muy inteligentemente, unos perros salidos del mismísimo infierno y otros seres, te atacarán de tal forma que quedarás a su merced y les tocará a tus compañeros devolverte la salud o si esta se termina, rescatarte.

Más que nunca, jugar en equipo y saber apoyarse unos a otros aprovechando las características de cada personaje, es muy importante.

Una lástima que no dejen pintar las estatuas con un aerógrafo

El camino de los penitentes

Con cada misión que terminemos satisfactoriamente obtendremos experiencia y bonificaciones por objetivos secundarios como por ejemplo recoger unas escrituras. Es aquí donde entran las recompensas con la moneda del juego, Albaranes del Ordo, que podemos utilizar para comprar skins y así vestir a nuestros personajes de otra forma que no sea con un mono de presidiario. Pero no solo obtendremos monedas.

También nos darán Plastiacero y Diamantina que nos servirá para mejorar nuestras armas con bendiciones, que como no podría ser de otra forma, tendrán varios niveles de calidad y daño, algo muy común en un shooter looter, pero aquí por suerte los únicos cofres que nos encontraremos serán a lo largo de las misiones y contendrán munición, botiquines y granadas.

El problema viene en la monetización externa que incluye el juego, donde para conseguir ciertas armas o skins nos tocará pasar por caja siempre que nos interese algo que nos guste. Claro que si no nos obsesiona esto, no será ningún problema.

Todo al final se termina consiguiendo a base de repetir misiones, matar, farmear, matar, farmear y así una y otra vez hasta que los desarrolladores decidan meter más contenido, clases y hacer que el juego vaya mejor, que ese es otro tema.

Bendiciones para todos, incluso para nuestras armas

Apartado técnico de W40k: Darktide

Al principio decíamos que W40k: Darktide era un re-skin de Vermintide 2 y realmente se siente como tal, solo que en espacios principalmente cerrados y con una estética industrial que nos recuerda en qué universo está basado el título. Pero tanto las animaciones principales y otras características hacen que lleguemos a sentir casi como si fuera un DLC basado en un universo distinto que como un juego aparte.

Tampoco ayuda la calidad final, donde si es comparado con el anterior juego del estudio, parece mucho más pobre en el tema visual, variedad de modelados y texturas tanto de los personajes como de los escenarios, donde recalcamos que son abrumadoramente grandes a la vez que vacíos.

A todo esto se suma una cantidad de bugs y problemas de rendimiento que tras los parches que han ido metiendo desde el día de salida, poco o nada han arreglado y muchos usuarios en PC se han quejado de cuelgues varios y caídas de frames considerables.

Sonoramente el juego sí que podría decir que tiene un trabajo sublime, donde cada efecto, sobre todo los que conllevan un final “gore” y los ambientales, cuentan con una calidad excelsa y se nota el mimo y cuidado.

Jesper Kyd repite una vez más con la partitura y si bien el reconocido artista ha realizado unos temas que suenan bien, la forma en la que se implementan en el juego, hace que resulte repetitiva, intrusiva y nuestra recomendación es ponerse a escucharla mientras leemos, salimos a caminar o en el transcurso de algún viaje y así poder disfrutarla como merece.

Y ahora es cuando sale el monstruo con un “jumpscare”

Conclusiones

Podríamos decir que a estas alturas le pedimos demasiado a un juego donde te pasas una hora disparando sin cesar a hordas y hordas de enemigos que salen por cualquier sitio mientras avanzamos por sus escenarios, pero ahí tenemos un juego como Back 4 Blood que ha fracasado estrepitosamente por no tener un buen planteamiento y otros problemas.

En el caso de W40k: Darktide su problema, más allá de los graves a nivel rendimiento y cuelgues, es la falta de contenido sumado a lo repetitivo que puede terminar siendo una vez completado.

Si queremos acabar con hordas de zombies L4D2 sigue siendo la mejor opción y si nos gusta el universo Warhammer, entonces Vermintide 2 es la elección más inteligente. Pero ahora mismo aún le falta mucho a este título para tener el verdadero potencial que merece.

Warhammer 40.000: Darktide: El universo W40k regresa a lo bestia con Darktide, un brutal FPS cooperativo muy intenso y divertido donde tu menor preocupación van a ser las grandes oleadas de enemigos tratando de acabar contigo Jose Aguirre “Joshkerr”

7.5
von 10
2022-12-07T20:00:15+0100
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