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Atlas Fallen – Análisis

Antes de entrar en materia, os vamos a confesar que a medida que se acercaba el momento de realizar el análisis de Atlas Fallen, comenzábamos a tener todo tipo de sensaciones respecto al título creado por Deck13, pero principalmente hacia un mal presagio. Y es que si bien el estudio nos enamoró con The Surge y su secuela, así como tampoco vamos a negar que con Lords of the Fallen lo pasamos muy bién, las similitudes de Atlas Fallen con otro título que ha salido este año y ha terminado con unas críticas no muy favorables nos hizo ponernos en lo peor.

A estas alturas todos, o al menos la gran mayoría, sabréis que al otro videojuego que nos referimos es a Forspoken, ese título “exclusivo” en PlayStation que también llegó a PC y que terminará llegando a Xbox, cuyo análisis del juego y su DLC podéis leer aquí y aquí.

Mundos mágicos y extensos (quizás demasiado) con zonas desérticas, protagonistas con brazaletes/guanteletes parlanchines que les dan poderes increíbles, entre ellos los de desplazarse de una forma muy peculiar… vamos, diríamos que son juegos separados al nacer, pero nada más lejos de la realidad.

Atlas Fallen en la mayoría de aspectos podría decirse sin temor alguno, que es todo lo que debería haber sido Forspoken, sobre todo a nivel narrativo y jugabilidad. Pero hasta aquí la comparación entre estos dos títulos, porque realmente Atlas Fallen no se merece ser comparado con el juego de Square Enix pese a tener más similitudes de las esperadas.

Forjando tu destino como el elegido de un poder supremo

Por vuestro bien, no vamos a entrar en detalles sobre la historia de Atlas Fallen, porque merece la pena disfrutar cada segmento y evolución de la historia, con personajes y narrativas bien llevadas y personajes con los que merece la pena interactuar y hasta hacerles de recaderos.

Todo comienza de forma confusa, en un momento delicado de algo que entenderemos mucho más tarde y que va a ir cobrando forma según avancemos en el juego. Entonces comenzamos a portar el poderoso guantelete que nos habla a través de un ente llamado Nyaal que nos explica vagamente como en un tiempo pasado dicho guantelete sirvió como el arma más poderosa a un ejercito de caballeros que veneran al Dios Thelos, pero que tras unos sucesos, su portadora pereció y este se desfragmentó por las áridas tierras en las que nos encontramos.

Y ahí es donde nuestra principal misión, al menos en el primer acto, es recuperar el poder completo del guantelete para poder alcanzar otras zonas con grandes saltos y hasta tres impulsos, pero sin olvidarnos de ayudar a los habitantes locales de la zona, a quienes vamos a hacerles las veces de recaderos/mensajeros y todo mientras vamos recolectando hierbas, piedras y otros objetos, además de encontrarnos con unos bichos muy desagradables que buscan terminar con nosotros a la mínima.

Y nosotros, que ahora somos una especie de “elegido” o “elegida” para terminar algo que comenzó hace mucho tiempo, vamos a tener mucha ayuda para avanzar y conseguir nuestra meta, incluso la opción de jugar en cooperativo con otro jugador.

Un arsenal muy completo para que no traguemos arena de más

Nuestro guantelete nos da la opción de obtener muchos tipos de ataques dependiendo de gemas de esencia que vayamos desbloqueando en cada clase que vamos a lograr obtener y fusionar, llegando a un total de tres que vamos a tener.

Hay muchas fórmulas que vamos a ir encontrando en los distintos mapas y llega a ser abrumador la gran cantidad de distintos ataques y sus variantes a los que tenemos acceso en nuestro arsenal para terminar con nuestros enemigos y hasta poder combinarlos junto a los tres tipos de arma/poderes disponibles.

A todas estas posibilidades casi infinitas, se le suman las armaduras, que tienen hasta tres mejoras cada una y que pueden generar más poder de ataque, recuperación, defensa, suerte o fragmentación.

Saber elegir con sabiduría cada una de ellas o cómo combinarlas, puede resultar el punto clave entre la victoria o derrota frente a un merodeador o parar la furia del Centinela.

Y si todo esto no es suficiente ayuda, gracias a la opción cooperativa que ofrece Atlas Fallen, podemos combinar nuestros poderes con los de un amigo, aunque a la hora de realizar este análisis, fue imposible, pero en cuanto si lo sea, os hablaremos sobre esta característica.

No se trata solo de surfear por la arena

Aparentemente en Atlas Fallen se nos presenta como un título donde vamos a pasar mucho tiempo deslizándonos por zonas llenas de arena y dunas, pero nada más lejos de la realidad, porque hay mucha variedad de escenarios que nos llevarán por distintas zonas y mapas que van desde zonas forestales, castillos subterráneos y algunas zonas, literalmente infernales o divinas.

Sin duda el contraste en este sentido, le da al título mucho más que la opción de andar deslizándonos por zonas arenosas y es que vamos a encontrarnos con bastantes momentos en los que la verticalidad y saber moverse por saltos e impulsos, es de lo más importante.

Cada zona está unida con otra por una especie de portales a los que podemos acceder según vayamos desbloqueando las zonas pertinentes y regresar a cualquiera de ellos si es que se nos ha quedado alguna misión secundaria por terminar o simplemente nos apetece farmear para subir los stats de nuestro personaje.

Los enemigos que nos vamos encontrando reaparecerán siempre, quitando algunos jefes finales y el mayor problema, quitando el parry que es bastante confuso, es lo desajustado que está a la hora de hacerles frente incluso superándoles en nivel a algunos de ellos.

Apartado técnico

Gráficamente un título como este en el que se basa en zonas de mundo abierto, si que peca un poco de encontrarse a veces con zonas un tanto vacías o genéricas, pero en líneas generales transmite esa sensación de devastación y paso del tiempo en lo que antaño fue un reino importante lleno de prosperidad.

Lo que sí se nota bastante genérico son la mayoría de personajes, sobre todo algunos secundarios y los NPC que nos encontramos en algunas zonas. Apenas hay variedad de fauna (dos animales o tres siempre iguales) y es entonces cuando al fijarnos en otro tipo de fauna, los monstruos a los que nos enfrentamos, que aunque aparentemente hay un gran bestiario, más o menos todos resultan similares.

Por suerte la buena iluminación del juego y la paleta de colores escogida, hace que el título luzca bastante bien y se sienta muy agradable.

En el apartado sonoro, la banda sonora va de menos a más. Gana con el tiempo según avanza el juego, pero realmente se tienen como que no termina de despuntar salvo en algunos momentos donde parece que si lo hace. Las voces en inglés tienen una buena interpretación por parte de los actores de voz y nosotros nos tenemos que conformar con tener el juego subtitulado al español, aunque con algún error gramatical

Conclusiones: Muchas buenas ideas que tardan en coger ritmo y es que lo peor que puede pasarnos con Atlas Fallen, es terminar aburriendonos por su lentitud y algunos problemas en las batallas contra los monstruos. Jose Aguirre “Joshkerr”

7
von 10
2023-08-09T20:18:33+0200
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