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Ride 5 – Análisis

Hace 8 años Milestone comenzaba una saga paralela a sus títulos Moto GP (aquí tenéis el análisis del de este año) sobre el mundo del motociclismo más inspirado sobre el amor y pasión hacia las dos ruedas y alejándose un poco de todo el concepto “racing” y competición en circuitos, para centrarse en motos de calle y en muchas marcas que no se ven en el mundial de la categoría reina, llegando hasta este año con el juego al que nos ha tocado hacerle análisis, Ride 5. Título que de alguna manera significaba haber llegado al top de la saga aprendiendo y aplicando todo lo aprendido en los títulos anteriores.

Pero… ¿realmente el estudio italiano ha evolucionado la saga como es de esperar tras el muy bien recibido Ride 4? La respuesta es un rotundo no. Han pecado de continuistas y además han dado un paso atrás en muchos aspectos.

Así que vamos a explicaros, sin alargarnos mucho, por qué Ride 5 pincha donde todos los anteriores títulos, incluso su saga hermana Moto GP, ganan.

Dragon Trail está disponible en Ride 5. Bueno, en realidad su variante de marca blanca

Excesivamente continuista e inferior a lo visto

Así es como hemos decidido definir Ride 5 a la hora de hacer este análisis. Y realmente entre los amantes del motor y en particular las dos ruedas que nos encontramos en la redacción, nos fastidia mucho tener que decir esto de una saga que tenía una constante evolución y mejoras respecto al título anterior.

El primero era un soplo de aire fresco y trajo muchos gratos recuerdos de otras viejas sagas donde se podía vivir la sensación de ser un motero y subirnos a una montura para rodar en tramos y circuitos ficticios (muy logrados) o algunos reales con licencia.

Según iba avanzando la saga, nos íbamos encontrando (perdonad la osadía de esta comparativa) un Gran Turismo de motociclismo en el que además de correr, poco a poco se nos ofrecía la posibilidad de disfrutar de motos de calle y sus distintas categorías (street, naked, clásicas, etc…) y de paso, sentir una jugabilidad “simcade” muy bien ajustada en base a lo aprendido en la saga Moto GP.

Pero por lo visto en Milestone no han aprendido nada y no solo se han estancado y traen un producto continuista en todos los aspectos, si no que por el camino, se pierden cosas.

No te preocupes de los rivales, podrás atravesarlos gracias a una nueva característica

Un juego muy amigable con recién llegados

No todo va a ser malo. La verdad es que en la jugabilidad lo han vuelto muy amigable con las personas que no tengan buenos tiempos de reacción y es posible ralentizar la velocidad del juego para poder realizar los giros más rápidos. En realidad es aún peor de controlar por temas inercias y rebotes por suspensiones.

También han añadido la opción de poder desactivar las colisiones para aquellos que en los cuerpo a cuerpo contra otros rivales “kamikazes”, siempre terminen por el suelo. Esto sinceramente es de agradecer en ciertos aspectos, pero no está del todo bien implementado y a veces hay colisiones igualmente.

Todas estas ayudas se suman a las ya conocidas de ayuda de frenado, rewind, guía de trayectoria y muchas más para todos aquellos que quieran ir sobre raíles en pista, pero como avisan al principio del juego a la hora de ofrecer una de las cuatro posibles experiencias de simulación, se pueden activar y desactivar al gusto.

El tema está en que hagas lo que hagas, la moto se va a sentir mucho más rara y arcade de lo visto en Ride 4 y hemos pasado de un juego que tenía un gran equilibrio simcade, a un arcade puro y duro que tras probar todos los modos de juego y posibilidades, se convierte en un paseo.

Salir acelerando de una curva a tope con slicks en una pista mojada no será problema

Más no siempre es mejor

Más de 200 motos de los principales fabricantes y más importantes, harán las delicias de los coleccionistas, pero no de aquellos que les gusta personalizar su moto, que algo similar pasa con los pilotos y sus trajes que en este caso se quedan cortos, muy cortos. No vamos a ponernos incisivos con el tema de encontrarnos 10 variantes de personajes masculinos predefinidos con etnias de todo tipo, frente a las escasas 5 en las estereotipadas del femenino, donde faltan muchas etnias.

Y si nos ponemos a hablar de circuitos y tramos, nos encontramos que tenemos más de 35, pero al final tenemos un listado de circuitos reales cerrados que nos hace pensar que estamos ante otra entrega de un juego sobre mundiales de competiciones de motos y no ante un juego sobre sentir la pasión de las motos sobre carreteras o tramos, aunque sean circuitos urbanos.

Entendemos que aprovechar las licencias de Moto GP, Superbikes y hasta de TT es primordial, pero un buen equilibrio con circuitos ficticios o basados en tramos reales de ciudades, hubiera dado un plus extra y ya es momento de hacerlo.

Hay un nuevo circuito que recuerda excesivamente en todo a Dragon Trail y no vamos a negar que hemos podido ver en las gradas a los abogados de Sony afilar sus colmillos, pero es que de todos los posibles circuitos disponibles, es uno de los más disfrutables.

Otro problema son las escalas de la mayoría de circuitos, que en algunas de ellas podrían entrar tres motos, un fórmula 1, un camión y dos patines eléctricos en paralelo, así como la escala de ciertas estructuras y algunos cambios de rasante que nada tienen que ver con los reales.

Las medidas de muchos circuitos están hechas al vuelo y poco fieles a la realidad

Modos de juego que saben a poco

El modo trayectoria es la base del juego y donde nos obligará a esforzarnos por conseguir puntos para desbloquear motos (aviso spoiler: farmear dinero y experiencia en carreras rápidas para mejorar vuestras motos y comprar otras nuevas), pero no entendemos ciertas decisiones creativas. Parece un juego hecho a recortes y con cosas que han quedado a la mitad, como pasa con las cinemáticas.

Termina agotando ver siempre la misma cinemática cada vez que salimos de nuestro garaje con la moto subida a un remolque enganchado a un coche y que el podio sean un par de capturas sin más.

Pero más allá de eso, si nos ha gustado que regrese el modo pantalla dividida para echarnos unas carreras picados con otra persona, pero no nos ha gustado el online, donde entra gente de todas partes del mundo con unos ping que te hacen ver a jugadores traspasando edificios o creando nubes de polvo sin verles salirse.

Lo realmente atractivo es el modo creativo (Race Creator), que además te incita a crear tus propios tipos de carreras y competiciones, algunas de ellas explotando mucho una característica implementada “de aquella manera”, la climatología dinámica. Y es esto lo que quizás más lastra al juego a nivel visual y por eso uno de los mayores pasos atrás en lo visual, esté motivado por ello.

Algo muy interesante son carreras de resistencia de hasta 24h reales (que podemos pausar en cualquier momento y continuarla a nuestro gusto), con sus paradas en boxes y todo, pero que al final, pese a ser una experiencia brutal, termina por ser aburrida.

Si te ves en apuros en medio de una resistencia, nada como hacer un “Pis-Stop”

Apartado técnico

Decíamos que la climatología dinámica había afectado al juego a nivel gráfico y es que es muy evidente que al no tener media docena de climas predefinidos (que se pueden poner, pero no es lo mismo), los efectos dinámicos afectan negativamente en ciertas horas y a ciertos efectos de como se ve al final el juego. Si lo comparamos con Moto GP 23 y hacemos un análisis entre ambos, aquel gana de calle frente a Ride 5

A eso se le suma que muchos circuitos y trazados da la impresión de estar a medio terminar y en algunos parecen de “cartón/piedra”.

Esto genera una sensación de vacío que no sentíamos desde Assetto Corsa en sus inicios. Ni las nuevas cámaras onboard ayudan a que esta sensación se pierda y eso que consiguen traer una sensación de inmersión algo mayor, pero no es suficiente.

Bendito efecto blur que no deja ver ciertas carencias

Los modelos de las motos si que cumplen con lo esperado y los accesorios, menos de los esperados, quedan bien integrados. Cada una de ellas es una réplica casi perfecta de su homónima en la realidad, hasta en algunos casos, la forma en la que se conduce cuando el juego deja de ser un arcade más.

En el tema sonidos, la música es muy genérica y no es algo que vayamos a recordar o terminar tarareando como los temas del clásico Super Hang-On. Donde si luce bastante, es en el sonido del motor de las motos y sus efectos de escape, que en algunos casos es muy fiel a los reales.

El juego viene con doblaje al español y aunque hay momentos en los que parece una clase motivacional, se agradece que se hayan tomado la molestia de haberlo doblado a nuestro idioma, así como los textos.

Las pocas carreras online que nos encontramos eran injugables

Conclusiones: Esta entrega peca de ser conformista y excesivamente continuista. Apenas puede sostenerse gracias al par de innovaciones que le hacen más mal que bien. Quizás salgan mejor las cosas en Ride 6. Jose Aguirre “Joshkerr”

6.5
von 10
2023-08-26T01:10:40+0200
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