Han pasado casi ocho años desde que Trinity Team y Buddy Productions comenzasen el Kickstarter de la primera parte de Slaps And Beans 2, un proyecto que llamó la atención de muchísimas personas por mantener la esencia de las películas clásicas de Bud Spencer y Terence Hill, además de poder revivir escenas icónicas, mantener la mayoría de temas que aparecían en estas y como no, minijuegos muy divertidos donde hasta podíamos conducir el famoso y legendario Buggy rojo con capota amarilla de la película “Y si no, nos enfadamos”.
Lo cierto que el juego fue un bombazo y la decisión de hacerlo un “yo contra el barrio” o Beat ’em up fue la decisión más lógica y acertada para repartir “tortas como panes” de la misma forma en la que esta peculiar pareja lo hacía en cada una de sus películas.
Slaps And Beans 2 repite la misma fórmula, pero haciendo más hincapié en los minijuegos, que en esta ocasión pueden jugarse aparte y con hasta cuatro jugadores, reviviendo también momentos clásicos de varias películas. También se enfatiza el factor cooperativo, donde ya sea jugando en solitario o con un amigo, se lleva al extremo el término “cooperativo”. Y es que vamos a tener que hacer uso de las características y habilidades de nuestros queridos personajes para poder avanzar en ciertos momentos y pantallas.
Aparte de estas nuevas, o mejor dicho, enfatizadas características, nos encontramos con unas zonas abiertas que se llenarán de enemigos y nos pondrán las cosas muy difíciles, pero que recrean a la perfección momentos icónicos de peleas masivas de todos los malos de turno contra Bud y Terence. Momentos que nos pondrán a prueba y que harán que pongamos todas las judías en el asador.
Este análisis se ha realizado gracias a una clave proporcionada por Meridiem Games para PlayStation 5
Lo mismo, pero diferente
Decíamos recientemente en el análisis de Horizon Chase 2, que si algo funciona solo mejora o cambia lo justo, no es malo ser continuista y en Slaps & Beans 2,sus desarrolladores lo han aplicado al pie de la letra, aunque no les ha salido bien del todo.
El primer juego nos llevaba por distintos escenarios de películas, rompiendo la cuarta pared en muchos momentos y aunque era una sucesión de varios momentos de algunos de los films más característicos, todo tenía una especie de camino lógico y que ya no solo el espectador más fiel de la filmografía de estos dos actores veía de forma lógica y entendía todas las referencias, si no que hasta alguien nuevo, veía una lógica narrativa.
Todo eso se pierde en esta secuela, que aunque continúa donde se dejó a nuestros protagonistas en el anterior título, no hay lógica alguna en la sucesión de niveles respecto a las películas, así por ejemplo, podemos ver escenas mezcladas (de una forma bastante forzada) de Dos superpolicías en Miami, con Par Impar y estas con Y si no, nos enfadamos.
Hemos pasado de homenajes bien llevados en referencias, a una estructura puramente “Meta”, donde incluso sus desarrolladores se atreven en hacer referencias a Regreso al Futuro y Metal Slug, algo que aunque saque una sonrisa, también saca por completo de lo que estamos viviendo.
Los minijuegos se convierten en parte en la excusa perfecta entre torta y torta, para representar ciertos momentos clave de algunas de las películas de este y el anterior título.
Menos Beat ’em up, más Party Game
Quizás buscando jugadores más allá de los fanáticos más fieles de Spencer y Hill, se ha rebajado el factor “brawler” para añadir un puñado de minijuegos que a base de combinaciones de teclas, juegos de reflejos o memoria, nos llevan desde jugar un partido de Jai Alai (Cesta Punta, una variante de la Pelota Vasca) o engullir comida como si no hubiese un mañana, a tratar de recordar las cartas de un trilero, una particular partida de Poker o cruzar un escenario mientras suena el tema Il coro dei pompieri de Guido De Angelis y Maurizio De Angelis, quienes han participado de forma oficial con el juego (y tenemos una jukebox en el juego para escuchar los temas cuando queramos)
No nos vamos a enfadar porque el juego deje de lado su vertiente más “violenta” y se centre más en los minijuegos o el factor cooperativo para poder avanzar, pero si que se nota que se ha dejado en un segundo plano el reparto de tortas. Por momentos resulta aborrecible recorrer las distintas zonas mientras nos llegan oleadas de enemigos a los que puedes liquidar con uno de los tantos golpes disponibles y combos que ofrece el juego.
Esto no pasaba en el primer título, donde era divertido combinar golpes, ya fuera solo o con un amigo, para llenar de mamporros de mil formas a los malos de turno.
Lo único que lo hace más ameno, son los escenarios que tienen una calidad gráfica muy superior y detallada respecto al anterior juego, sobre todo en las zonas abiertas donde la pantalla quita el zoom sobre nuestros personajes para mostrarnos la zona en todo su esplendor.
Apartado técnico
Como decíamos, visualmente el juego es mucho más llamativo visualmente en el pixel-art de los escenarios, porque los “sprites” de los personajes protagonistas y villanos, básicamente son los mismos con variantes de colores y algún traje nuevo. También hay algunos personajes nuevos basados en algunos de las películas, pero realmente donde el juego resalta además de los escenarios, es en la estructura de los minijuegos. Gráficamente no tenemos nada que reprocharle a Slaps & Beans 2.
Menos aún en la banda sonora que es fiel a las películas, aunque bueno, escuchar algunos temas en escenas que no tienen nada que ver, descoloca un poco, pero ya sabemos como funciona el tema licencias y se tiene en cuenta el esfuerzo por traer una experiencia lo más fiel a lo que se veía y escuchaba en las películas. Donde si el juego resbala un poco con alguna piel de platano de Banana Joe, es con los efectos, que terminan por volverse repetitivos y machacones, suerte que se pueden regular en volumen.
En esta ocasión, el juego viene con voces en cuatro idiomas para todos los personajes, y afortunadamente también en nuestro idioma con un doblaje muy bien hecho y representativo, aunque no sean las voces originales de la película (algo lógico).
Conclusiones: En algunos aspectos es superior al anterior título, pero lamentablemente deja muy de lado su característica más importante y tan presente en el título. Hay más judías que tortas, aunque con amigos, las risas están aseguradas. – Jose Aguirre “Joshkerr”